CONCURSO CUENTACANCIONES; (Déjame soñarte - ZENET "Soñar Contigo" ).

Una noche de invierno, en tierras lejanas a pocos kilómetros del lago de Maracaibo, en Venezuela, conocí a Melanie una chica con gestos particulares, una hermosa sonrisa, ojos café y esa manera tan especial de hacer reír a la gente, con sus bromas y chistes, la caracterizaban como una persona única, y sobretodo tenía un amor inigualable por su familia, amante de la buena música y el café.

Quién iba a pensar que conocerla, cambiaría mi vida por completo. Desde ese momento todo cambió, pasaba la mayor parte del tiempo a su lado, compartíamos todo; todas las tardes nos sentábamos en la cafetería a disfrutar del buen café y de sus buenas historias. Siempre buscaba entender todo aquello que la rodeaba.

Nunca pensó que al cumplir sus 24 años iban a sucederle tantas cosas y una de ellas era viajar, ir por su sueño.

En época decembrina todos se reunían a festejar y compartir, en la plaza del pueblo. Allí se bebía, se bailaba y se comía toda la noche, hasta más no poder. Pero una de esas noches no fue muy buena para Melanie, ya que debía viajar a la capital. Uno de los propósitos del viaje era desarrollar aquel talento tan peculiar con la psicología que la caracterizaba, especializarse en el área del análisis y la filosofía, amaba entender la conducta humana y todo lo relacionado a ello.

Al momento de partir ella vestía una blusa algo holgada y un jean de vaquero, que resaltaban su hermosa silueta, haciendo juego con su piel morena y hermosos ojos café llenos de lágrimas entre tantos pensamientos que inundaban su mente. Su cabello lacio, negro como la noche le permitía cubrirse para disimular un poco su tristeza.

Quebrantada en medio de tanta tristeza , guardaba en su corazón la esperanza de que algún día regresaría y todas sus ilusiones se harían realidad.

Hoy día sigo con la esperanza de que regresará... imaginar sus labios rozando los míos, imaginándola a mi lado, con mis manos pegadas a su cintura. Si tan solo encontrara la manera de hacerte regresar, de hacerte mía, no dejaría pasar ni un minuto, los aprovecharía todos a tu lado. Permite presumirte, aunque sea un poquito, agarrarte de la mano y caminar a tu lado.

Y aún sin conocer su regreso solo te pido en donde quieras que estés que me dejes soñarte una vez más.

Déjame esta noche, soñar contigo.

Tan solo te pido que me dejes, aunque sea esta noche soñarte, imaginar tus labios rozando los míos, tomarte de la cintura y saber que eres mía, permiteme esperarte, así no regreses solo te pido que me dejes soñar esta ultima noche contigo... y es lo que pido al cielo desde tu partida. Esperando que algún día se cumpla esta gran fantasía llena de recuerdos y grandes deseos.