El Retorno de Saturno
Entre los 27 y los 30, Saturno vuelve a la misma posición en la que estuvo el día que nacimos. Le toma alrededor de 29 años hacerlo, y pasa de un signo al otro en un período de 2 años y medio. El paso del Saturno de tránsito por encima de nuestro Saturno natal no se vive de la manera más agraciada, conlleva dificultades y nos hace sentir viejos por primera vez en toda nuestra vida. Sí, así como lo leen: mientras estamos en nuestros 20, jamás nos vemos ni sentimos grandes, al contrario, parece que la belleza, la juventud y la intrepidez son aliados ineludibles y inquebrantables, pero Saturno, severo y sabio, nos hace sentir por primera vez que el tiempo pasa para todos, y sus artilugios son variados: puede que entremos en un trabajo con muchas responsabilidades, que tengamos un hijo/a, que tengamos que mudarnos a vivir en soledad, que una relación que arrastramos desde nuestra juventud llegue a su fin, que alguien que nos acompaña desde nuestra infancia o adolescencia muera. Cualquiera de estos ejemplos puede conducirnos a una depresión o estado de angustia existencial, en el cual nos preguntamos por qué me pasa justo a mi, por qué sucede en este momento que me siento tan vulnerable. Y es que Saturno nos pega donde nos duele simbólicamente, y como el padre severo que es, nos obliga a madurar, a valernos por nosotros mismos, a ver que ya no podemos continuar dependiendo de nadie: es hora de convertirnos en nuestros propios padres y, por sobre todas las cosas, tengo que hacerme cargo 100% de mis actos y sus consecuencias, sean cuales sean. Saturno es duro, nos lleva muchas veces al límite, y parece que nunca nos pasa nada bueno, especialmente si durante este mismo tránsito pasa por encima de algún planeta como la Luna, el Sol, Venus o Plutón. Por un lado, la Luna es de naturaleza contraria a Saturno, así que mientras que la Luna quiere permanecer en zona de comfort, Saturno entra y destruye esa comodidad despiadadamente. De repente, no hay ni amor ni nada seguro en nuestras vidas: nuestro hogar emocional se cae. Con respecto al Sol, se siente como si no se puede ser. No hay nada que nos genere la suficiente pasión y nuestra personalidad se siente desactualizada, hay otras cosas que no estábamos mirando y ya no podemos permanecer ciegos frente a esas responsabilidades. El paso de Saturno por encima de Venus natal es difícil, porque quizás sintamos falta de autoestima, falta de amor propio porque nos metemos en situaciones y con personas con las que no queremos saber nada. Además, nos da miedo perder los vínculos que tenemos y eso crea separación, y puede que algunos se terminen. Es muy común en estos casos que si estamos con alguien hace muchos años y la relación ya no nos genera nada pero nos da mucho miedo continuar solos, puede que tengamos las ideas más locas como tener hijos o casarnos. Por supuesto, un tiempo después esa relación se rompe, porque nos terminamos estrellando contra la realidad. Por último, Plutón quizás sea el más doloroso, porque todos nuestros mayores miedos y vergüenza deben ser vistos a la luz. Es horrible, no hay otra explicación, pero también es la oportunidad única para tomar el poder como jamás lo hubiéramos soñado. ¿Qué poder? El de no sentirnos amenazados por cada vez que alguien toque alguna de las cuestiones más oscuras de nuestra vida. ¿Sabían que la emoción más cercana a la muerte es la vergüenza? Porque hay cosas que antes de exponerlas preferiríamos morirnos para evitarla. Bueno, Saturno transitando por encima de nuestro Plutón natal tiene un efecto muy profundo y transformador. La basura interior que se acumula algún día tiene que ser quitada.
Pero de todo esto, podemos sacar algo bueno: nos damos cuenta que llegamos un punto crítico en nuestras vidas durante el Retorno de Saturno porque hay personas, actitudes, situaciones y actos que ya no pueden ser tolerados, porque no se condicen con nuestros valores nuevos. Antes por ejemplo quizás soportábamos el bullying por parte de nuestro grupo social para no estar solos, pero ahora nos damos cuenta que todas esas personas que no nos respetan, tampoco nos quieren, y entonces nos hacemos cargo de esto, Saturno nos obliga a ver la realidad, y esa en este caso implica que es estar mejor solo que mal acompañado. Saturno entonces, en este sentido, nos trae madurez y libertad. Ser libre es hacerse cargo, es entender que podemos siempre estar mejor, y buscar ese estado activamente. El dolor es siempre inevitable cuando el cambio es prioridad, y a veces es mejor estar un rato triste que toda una vida lejos de la felicidad.
Tan real que duele : " No hay nada que nos genere la suficiente pasión y nuestra personalidad se siente desactualizada"
Woow no sabía lo de la vergüenza y la muerte , siempre se aprende algo nuevo <3