Guía Einstein para la vida en este mundo, parte I: El universo, Dios y la religión

in #einstein7 years ago (edited)

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Einstein dijo que él sólo quiere «conocer los pensamientos de Dios». Para muchos de nosotros, conocer los de él sería una expectativa mucho más realista. Menos ambiciosa, pero más realista, ya que afortunadamente los dejó por escrito.

Preeminente entre científicos durante una era de preeminencia científica, Albert Einstein se volvió un ícono del pensamiento. Su nombre es sinónimo de genio y su apariencia de genialidad. Lógicamente, a muchos nos puede dar curiosidad sus pensamientos sobre las grandes interrogantes de la vida.

Muchos de los pensamientos filosóficos que dejó por escrito no pertenecen a su área de estudio, pero tampoco dejan de estar bien fundamentados. Su impresionante sencillez, lucidez, humildad, honestidad, y congruencia para expresarlos les dio mucha belleza, por lo que hoy, muchos se han convertido en citas célebres.

Hace unos 20 años, la curiosidad me llevó a comprar The World as I See It, una compilación de documentos en los que Einstein expresa sus pensamientos sobre filosofía y política. Hace unos 20 días, la curiosidad me llevó a leerlo por fin, y me resultó fascinante, por lo que hace unas 20 horas me animé a compartirles esta síntesis.

En esta primera entrega les expongo su filosofía sobre el conocimiento de la realidad, el significado de la vida, la religión, Dios y la vida después de la muerte. Esta misma semana estaremos explorando temas como individualidad, monogamia, economía, estado, cultura, e imaginación.

El conocimiento de la realidad

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[Render de Relatividad, de M. C. Escher].

Para Stephen Hawking, ateo, “no hay aspecto de la realidad más allá del alcance de la mente humana”; para Einstein, religioso, tal vez limitado sin la tecnología digital de nuestro tiempo, «la realidad es meramente una ilusión, aunque una persistente»; en otras palabras, es inalcanzable para los individuos.

«La mente humana, sin importar qué tan bien entrenada, no puede comprender el universo. Estamos en la posición de un niño pequeño entrando a una enorme biblioteca cuyas paredes están cubiertas hasta el techo con libros en muchos idiomas. El niño sabe que alguien debió haber escrito los libros. No sabe quién o cómo. No entiende los lenguajes en los que están escritos. El niño nota un plan definitivo en el arreglo de los libros, un orden misterioso que no comprende, pero vagamente sospecha.»

El significado de la vida


Para sorpresa de muchos, Einstein fue profundamente religioso, aunque no en el sentido común de la palabra.

«¿Cuál es el significado de la vida humana, o de la vida orgánica en conjunto? Para responder esta pregunta del todo implica religión. ¿Hay algún sentido, te preguntas, en ponérselo? Yo respondo, el hombre que se refiere a su propia vida y la de las criaturas que lo acompañan como insignificante no es meramente desafortunado, sino casi descalificado para la vida.»

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[El Milagro del Nacimiento, captura de pantalla de Monty Python's the Meaning of Life].

La religión y las respuestas


Pese a que Einstein siempre se identificó culturalmente como judío, sus padres no fueron practicantes, él recibió su formación temprana en una escuela católica, y su primera esposa fue una mujer católica ortodoxa.

Eventualmente, llegó a creer en un “sentimiento de religión cósmica”, al que uno se puede acercar conforme se desprende de los deseos humanos, y se acerca al orden de las cosas a través de la naturaleza y el pensamiento.

«La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la emoción fundamental que se encuentra en la cuna del arte verdadero y la ciencia verdadera. [...]
Fue la experiencia de misterio —incluso si mezclada con miedo— la que engendró la religión. Un conocimiento de la existencia de algo que no podemos penetrar, de las manifestaciones de la más profunda razón y la belleza más radiante, que sólo son accesibles a nuestra razón en sus formas más elementales —es este conocimiento y esta emoción que constituyen la verdadera actitud religiosa.»

Einstein consideró que mucho del sentimiento de religión cósmica, se puede apreciar en los salmos de David, o a través de los escritos de Arthur Schopenhauer, en el budismo. También en las enseñanzas de San Francisco de Asis, Demócrito o Baruch Spinoza.

«Es mejor creer que no creer; al hacerlo, llevas todo a la esfera de la posibilidad.»

Dios


«No puedo concebir un Dios que recompensa y castiga sus creaturas,
o tiene una voluntad del tipo que estamos conscientes en nosotros mismos.»

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[Dios en Monty Python's the Meaning of Life].

Es claro que, para Einstein, Dios no concibió al hombre a su imagen y semejanza, sino que el hombre suele concebirlo a Él a su imagen y semejanza. Sin embargo, con una tendencia panteísta, Einstein cree en Dios y lo concibe como la existencia misma.

«Yo creo en el Dios de Spinoza, quien se revela en la armonía de todo lo que existe,
no en un Dios que se preocupa a sí mismo con el destino y las obras de la humanidad.»

Y para Spinoza, «Lo que sea que existe, existe en Dios, y sin Dios nada puede ser o ser concebido». Consecuentemente, Einstein encontraba a aquel Dios en su quehacer profesional:

«La investigación científica puede reducir la superstición al alentar a la gente a pensar y ver las cosas en términos de causa y efecto. Certero es que una convicción, parecida a un sentimiento religioso, de una racionalidad en inteligibilidad del mundo se encuentra detrás de todo el trabajo científico de un orden más alto. [...] Esta firme creencia, una creencia atada a un sentimiento profundo, en una mente superior que se revela a sí misma en el mundo de la experiencia, representa mi concepción de Dios. En lenguage común, esto puede ser descrito como “panteístico” (Spinoza).»

Y de ahí que estuvo «convencido de que Dios no juega a los dados» y el sentido de su más grande ambición:

«Quiero saber cómo Dios creó este mundo. No me interesa este o aquel fenómeno, en el espectro de este o aquel elemento. Quiero conocer sus pensamientos, el resto son detalles.»

La realidad misma era el campo de estudio de Einstein, y para él Dios es la realidad misma.

Vida después de la muerte

No. Dice que no hay. Spinoza declaró que sabemos y sentimos que parte de nosotros es eterna, pero aquí Einstein parece diferir:

«Un individuo que debería sobrevivir su muerte física también está más allá de mi comprensión, ni lo quiero de otra manera; tales nociones son para los miedos o el absurdo egoísmo de almas débiles. Suficiente para mi es el misterio de la eternidad de la vida, o el indicio de la maravillosa estructura de la realidad, juntas con la única tarea de comprender una porción, aunque sea muy pequeña, de la razón que se manifiesta a sí misma en la naturaleza.»

Claro, el panteísmo conlleva una creencia en la existencia continua a través del universo; es decir, de Dios. Pero lógicamente, dado que en el panteísmo no cabe la posibilidad, Einstein también rechazó la posibilidad de que Dios castigue o recompense en la eternidad:

«Un Dios que recompensa y castiga es inconcebible para él [hombre convencido de la operación universal de la ley de causalidad] por la simple razón de que las acciones de un hombre son determinadas por necesidad, externa e interna, de modo que a los ojos de Dios, no puede ser más responsable que un objeto inanimado es responsable de su movimiento.»

Einstein declaró que ni siquiera pensaba en «eI futuro — este llega suficientemente pronto».

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bastante buena tu mirada a la perspectiva de Einstein a quien no le podria intrigar el pensamiento del llamado genio, acerca de algo que no tiene una explicación lógica...Un dios.. De verdad bastante buena sigue asi

Excelente sintesis de la obra de Albert Einstein, ar-t!, yo al igual que muchos solo había leído algunas breves citas del científico por excelencia del siglo XX, efectivamente él dejó muy en claro en que si creía en un Dios como lo indica Baruch Spinoza, pero no uno que tuviera una personalidad o individualidad que lo caracterízara y distinguiera de todos y todo lo que existe. Algo muy interesante y a la vez contradictorio dados sus antecedentes Judíos (independientemente que de que sus padres no fueran practicantes) ya que los judíos si identifican a Dios como el padre y con un nombre personal del significado más alto que en español se pronuncia JEHOVA aunque la pronunciación correcta se ha perdido con los siglos.

Muchas gracias por tu gran aportación, tienes mi voto y le doy resteem a tu artículo!

Esperamos ansiosamente la parte 2