Título: Criando a tres prodigios del ajedrez

Esta es la historia de Robert Maison, un hombre que creía que si a un niño se le enseñaba desde temprana edad una habilidad o algo en concreto podría convertirse en un prodigio en el área que se le enseñara.
Robert tuvo tres hijas las cuales fueron educadas en casa, pero año tras año presentarían un examen libre, y como actividad en la que se centraron para la educación de las tres, el jugar ajedrez.
Gracias a lo realizado por su padre, las tres niñas desde muy jóvenes se convirtieron en prodigios en el juego, llegando incluso a competir contra los más grandes en esa actividad, la más pequeña incluso en la 5ta. mejor jugadora del mundo en ajedrez tanto en campeonatos de hombres como mujeres.
Y así lo que para muchos se considero una actividad muy aburrida, se convirtió en una enseñanza para tres niñas con la que aprendieron, se entretuvieron y además fueron reconocidas