Aquella mañana me sentía feliz, pues la pesadilla estaba a punto de terminar, había tomado unas cuantas maletas, algunas cosas de cocina, dinero en la cartera y listo...mi travesía hacia Colombia apenas se iniciaba.

En un carro todo destartalado fui votando por la ventana todos mis recuerdos grises de acostarme sin cenar, de dormir sin luz, de levantarme a cada rato toda bañada en sudor revisando si había llegado agua al pequeño pozo en la acera de en frente, mi madre aun con miedo soñaba con un nuevo futuro, sabia que iba a tener sus pastillitas para los dolores, y que por fin comería rico, y mi hijo pensaba que serian tan solo unas vacaciones largas.

Aunque algunos no lo piensen asi, Colombia es un país que en medio de muchos problemas, guerrilla y otras cosas, mantiene sus anaqueles llenos de comida y en cualquier esquina te pueden vender una pastilla para mis migrañas, con eso bastaba para tomar el riesgo. Llevaba mis artesanías, algunas que hice mientras me preparaba para la aventura de emigrar.

Aun con el corazón lleno de expectativas y positivismo, aun con mis títulos en mano apostillados, aun con unos cuantos pesos en la cartera la probabilidad de que logres lo soñado esta a la par... un 50% es posible tener éxito y otro 50% es posible regresar con las tablas en la cabeza.

No se trata de que sea Colombia, puede suceder esto en cualquier país al que vayas. Pero como haces para lograr salir de Venezuela?

De seguro tu que lees esto habrás notado la cantidad de personas que están vendiendo todo, si todo, la nevera, la cocina, su cama, su computador, aquellas cosas viejas, aquellas cosas nuevas que jamas usaron, su carro y hasta su casa.

Después de vivir 3 meses en Colombia cosa que no fue fácil comenzar desde cero, aquellos pesos que lleve se convirtieron en sal y agua, había perdido un buen trabajo, tenia que pagar arriendo, no tenia ya artesanías para vender, la depresión y la nostalgia me invadió por completo y pum.... regrese.

Pero esa no es lo peor, regresar con las tablas en la cabeza, lo peor es que yo fui una de esas personas que lo vendió todo. si lees bien todo, todo. Hoy en día llevo un año arrimada de casa en casa, y hasta mi almohada es prestada. Es lo mas triste y el error mas grande de mi vida que día a día pago con creces. Deje a mi hijo y a mi madre sin techo, llevo una agonia acuesta todo el tiempo, culpabilidad, o quizas no poderme perdonar mi error.

Jamas vendas tu casa, así estés desesperado por salir del país y no tengas como...no lo hagas. Emigrar es una ruleta rusa, y no sabes cuando te tocara la bala. No importa que sea un rancho, o un gran penthouse, no importa que sea Colombia o EEUU, no vendas tu casa, y si ya la tienes publicada ve y quitale ya la venta.

Hoy en día se que mi casa aunque humilde era mi templo. Era mi Castillo. ya hoy solo queda el recuerdo. Se que sera muy difícil con esta situación volver a tener una casa, ahora me toca preparar de nuevo la salida del país, pues aquí en Venezuela ya no se vive, se sobrevive y me siento en deuda con mi hijo, quiero darle un mejor futuro y eso no esta aquí. Así que si yo podre salir de nuevo sin absolutamente nada que vender, tu si estas pensando emigrar no es necesario que vendas tu casa.

NO COMETAS EL ERROR MAS TERRIBLE QUE YO COMETI.

Anali.