El bolso equivocado

in #entropia6 years ago (edited)

Ya he escrito antes sobre mi amigo Mario. Cuando perdió el cortaplumas que le había prestado. En esa época yo no lo conocía tanto como ahora y no sabía que podía ser un tanto distraído.

Pero con el tiempo fui dándome cuenta de su pequeño inconveniente. Según el mismo me contó siempre fue distraído, desde el día que se casó se equivocó de mujer, pero para su consuelo le comenté que eso les pasa a muchos ¿o no?

En uno de nuestros viajes y dado que Mario le tiene pánico a los aviones, decidimos viajar en un cómodo bus coche-cama. El destino final era el pueblo de Allen, capital nacional de la pera, muy cerca de Cipolletti que es la capital nacional de la manzana. También hay por allí otro pueblo que es la capital del durazno. ¿Y por qué hay tantos lugares donde se da tan bien la fruta? ¿O es que los rionegrinos son un poco agrandados? Lo cierto es que todas esas localidades están ubicadas en el valle del Río Negro, lugar excepcional para el cultivo de esas frutas.

Volviendo al relato, el destino de nuestro viaje era Allen donde varios amigos nos esperaban y en sus vehículos viajaríamos luego hasta Piedra del Águila, destino habitual de nuestras excursiones de pesca Patagónica.

En la estación de ómnibus de Retiro, una enorme terminal con dársenas para contener más de un centenar de micros de larga distancia, nos encontramos, no a la hora convenida porque Mario erró el número de plataforma pero finalmente llegó. Cuando por los altavoces anunciaron nuestro viaje nos acercamos a la dársena asignada y despachamos los bolsos. Como siempre, colocaron un precinto de papel engomado en las manijas y nos dieron unos tickets numerados que contenían el mismo identificador que el colocado en el equipaje para ser retirado al llegar a destino.

El viaje fue a todas luces placentero, buena cena, buena película, café pasable y a dormir. Lo que se pueda porque pesa al anuncio del asiento cama, no es una verdadera cama y no se duerme tan bien.

Llegamos a Allen luego del desayuno el cual también estuvo pasable salvo por el detalle que Mario derramó el café sobre sus pantalones y un poco sobre los míos, pero nada que no tenga remedio con agua, jabón, quitamanchas y cepillo.

Al arribar Mario me pide los tickets del equipaje y me dice que él va a retirarlos mientras yo llamaba a nuestros amigos para que nos vinieran a buscar.

A los pocos minutos llegan, subimos todos nuestros equipos a la caja de la camioneta y emprendemos el trayecto de 250 km. hasta nuestro destino final.

Una vez en el hotel nos agarra el frenesí del apuro, cambiarnos, dejar el resto del equipaje y partir raudamente al río, para eso hicimos 1400 km.

Yo soy rápido para eso, ya estaba casi listo y cuando miro a Mario estaba como paralizado, hipnotizado, mirando una remera sin mangas a grandes rayas horizontales blancas y negras que calculé del tamaño ideal como para mi hija de 15 años.

-Mario, Mario! ¿Qué pasó, qué es eso?

Mario salió de su letargo y comenzó desesperado a sacar cosas del bolso: más remeras, pantalones minúsculos, hasta un sostén. Me mira y dice:

-Este no es mi bolso!

-Ah! Ok. Porque con esa ropa vas a tener frío- dije como para tratar de hacerlo reaccionar con un chiste malo.

-Me equivoqué al retirar el bolso de micro!

Después de acusar el golpe de no tener sus cosas de pesca reaccionó y se fue corriendo a la terminal. Allí habló con algún encargado quien le dijo que ese bus iba hacia San Martín de los Andes, pudo comunicarse con la terminal y coordinar que le enviaran el bolso correcto y él envió el equivocado.

Perdió un día y medio de pesca pero recuperó sus cosas. Yo agradecido a Dios que Mario mismo fuera quien retirara el bolso. Jamás le pregunté por el número del ticket, tampoco porqué eligió un bolso color verde cuando el suyo era azul.

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Héctor Gugliermo

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@hosgug

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Jajaja que distraído !!!
Muy bueno tu post.

Gracias @gracerolon, esta historia está dedicada a ti que me pediste la continuación de la anterior.

Jajajajaja en serio debes ser bien distraido para que te pase esto!! Pero suele pasar aveces cuando tenemos la.cabeza en otro lado!!!
Buena historia!! Gracias por.compartir

Si, eso y mucho más. Algún día publicaré otra historia, por ahora lo dejo descansar al pobre Mario.

Lo mejor de la historia es que no se olvidó el bolso. Pero lo que más impresionante es el deseo de salir, disfrutar de los momentos a pesar de todo, amigos hay más que hermanos.

Esta historia ocurrió hace unos 20 años, hoy nuestra amistad es tan fuerte como entonces. Hubo muchas pescas pero también encuentros familiares, algunas desgracias, en fin, todo lo que hace fuerte el lazo.

We sometimes have to search our memory cells to find the one that needs telling. Great story Hector.

thanks you, for everything.

Bueno somos humanos y eso nos lleva a veces a equivocarnos, gracias por compartir.

Si, es muy cierto. Somos humanos con diferentes características.

Que historia ¡¡¡¡jajajaja conozco mucha gente con el mismo karma que Mario.

Yo no conozco tantos, con Mario me alcanza.

Perdió un día y medio de pesca pero recuperó sus cosas. Yo agradecido a Dios que Mario mismo fuera quien retirara el bolso. Jamás le pregunté por el número del ticket, tampoco porqué eligió un bolso color verde cuando el suyo era azul.

Lo más gracioso es sobre el color del bolso.. Se me hace que se distrajo con alguna mujer. Buena historia, me entretuvo.

Ese era el día de Mario definitivamente, me imagino la cara de sorpresa cuando abrió el bolso.!! Saludos amigo..!

Si, gracias por tus comentarios. Siempre estás atento a mis publicaciones, eres muy amable.

Esta excelente ese escrito! Sigue asi!
Te invito para que leas mi ultima publicacion y me comentes sobre lo que mas te ha cosado hacer en Seemit!

Feliz sábado y recuerda que todo lo que quieras lo podrás alcanzar siempre y cuando sea perseverante.

Muchas gracias por leer y comentar. Leeré tu blog.

Momentos en que no predestinamos olvidos como estos!
De verdad que me reí mucho, una vez me paso algo similar...
Encantado con este post....
Me trajo recuerdos ... lastimosamente tristes T_T
Saludos

Si, a todos nos puede pasar. Gracias por tus comentarios.

Yo también me equivoqué de esposa, parece que el único distraído no es Mario jajaja

jajaja. Si, hay muchísimos distraídos de esa clase.