Epifanía de un 21 de diciembre

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Empacando mis últimas prendas de ropa llegaron a mi mente muchas cosas que antes sólo no consideré.

Por un momento sentí que estaba en la escena final de un sketche y que el teatro quedaría vacío. Tuve sentimientos encontrados al pensar en como ese lugar fue testigo de la historia de dos, de distintos episodios y momentos, días buenos, días malos, momentos que jamás olvidaré, momentos que quizás no se repetirán. Hubo tantas caras, tantas escenas, tantos problemas y soluciones, risas y lágrimas, elementos sorpresa, promesas, sentimientos y el deseo de un para siempre.

Quizás solo fuimos personajes, y quizás algunos fuimos secundarios o de relleno.

¿Todos nuestros sentimientos quedarán contenidos entre esas paredes o nos los llevaremos con nosotros?

Quizás sólo pretendíamos saber que hacíamos.

Quizás sólo fue algo momentáneo.

Quizás fue algo que sólo existió allí y ya esos abrazos y manos juntas no tendrán un lugar para ser.

Lo más extraño es que hoy todo esta igual que ayer y mi corazón jamás ha querido separar eso que pasó del ahora... Pero esta constante comparación me sigue ahogando.

Hay tantas cosas que pasan por mi mente, tantas preguntas, pero el protagonista sigues siendo tú, y un posible nosotros por siempre. ¿Eso aún existe? ¿Aún recuerdas cómo se sentía?