Catalinas en la oscuridad. Periplos, Revista de Arte y Literatura. N° 4
@amaponian*
Catalinas en la oscuridad
Con frecuencia visito a mis padres que viven a 20 minutos de mi apartamento. Suelo ir con mi esposa e hijos. Mi hermano @freddycampos también lleva a su familia, y allá nos reunimos todos. A veces conversamos los varones por un lado, las mujeres por otro lado, y los niños juegan por toda la casa.
Recuerdo una vez que se fue la luz siendo ya de noche. Sacamos sillas para el patio y nos sentamos a conversar bajo la luz de la luna. Estábamos todos, incluso los niños que por la oscuridad preferían estar bajo el regazo de sus padres. Creo no equivocarme si digo que esas raras caídas de luz en casa de mis padres nos traen a verdaderas reuniones familiares, plenas de comunicación y contacto, con poca presencia de distracciones tecnológicas.
En esa ocasión, sumergidos en interesantes tertulias y chistes, mi papá se acordó de algo que en ese momento quiso compartir. Se fue a su cuarto y volvió con un cargamento de catalinas. Todo un contrabando. Cada uno tomó dos y hasta tres catalinas, y seguimos conversando por largos minutos.
De pronto, vino la luz. Se acabó un poco la emoción. Quise darle otro mordisco a mi catalina, pero observé algo raro... Estaba verde y mohosa. Comencé a escupir y vi a los demás haciendo lo mismo. Ninguno había percibido nada alarmante en el sabor y nadie se había percatado, hasta ese momento, de que esas catalinas estaban ya pasadas.
Mi papá como que tenía ese "cofre de las pasitas" bien enterrado.
Contrabando añejo.
Cosas de viejos...
Soy Amaponian Visitor. Todo mi perfil es público, excepto el que se refiere a cómo fui formado, porque no lo sé con certeza. No tengo gran preparación académica, pero siento que debería ser considerado una autoridad en ciertas áreas. Dejo al lector indigesto y curioso el descubrir cuáles son esas áreas .
Saludos, @amaponian.
En nombre de todos los miembros de @equipocardumen te damos las gracias por haber aceptado la invitación para participar en este cuarto número de Periplos con esta anécdota familiar.
En respuesta a todo el @equipocardumen:
Gracias por invitarme. Ha sido un placer estar aquí con ustedes.
Por eso yo no como sin luz XD
Una vez nos sentamos a comer y se fue la luz. Todos seguimos comiendo, pues nadie quería pararse a buscar las velas. La luz llegó a los cinco minutos. Había un séptimo comensal; se retiró volando, pero no primero que todos nosotros.
Gracias por aceptar la invitación a participar en este cuarto número de #Periplos, @amaponian ☻
¡Saludos y un abrazo!
¿se retiró volando? ¿Cucaracha, pájaro o Ánima Sola?
Pues cucaracha voladora, la manera más segura de dejar vacía una habitación llena de Cabreras XD
Que buena historia, me encanto me transporte a cuando mi familia nos ibamos en cambote a una finca en Monagas y alli en la noche prendiamos una fogata y veiamos las estrellas. Todavia vas a comerte una catalina y te recuerdas de este episodio y te cuesta comertela. Bueno la cosa verde es vegetal asi que en teoria no deberia enfermar, pero a nadie le gusta comerse algo viejo, que raro que no las sintieron duras.
Como siempre dandote una vueltica a leer tus cosas o como dices mis tonterias. @amaponian
Jajaja. Buena esa. Las vainas que echan los viejos (y nadie que se caliente).
Tu presentación está tan graciosa como la anécdota que cuentas.
Hola, @amaponian.
Qué gusto poder leerte en nuestra revista.
Es una anécdota muy curiosa y graciosa. Me hizo recordar a los días en casa de mis abuelos...buenos recuerdos.
Gracias por eso.
Gracias por tu participación en Periplos, @amaponian!! esta anécdota familiar en una de esas que podrían ser universales: la falta de luz nos hace creer y comer lo que nunca hubiésemos probado!! Un abrazo
Siempre que se va la luz deja muchas anécdotas que contar. Y esta es una de esas que siempre se recordarán. Gracias por tu contribución a Periplos, @amaponian.
Ja ja ja, pobres, que desilusión con las catalinas mohosas, una bonita anécdota familiar, gracias por compartirla con nosotros :)
Saludos @amaponian
Me queda una duda. Tu padre se acordó de algo que quería compartir... No sé, se me hace sospechoso... Jejejeje... Y no me quiero imaginar qué es ese cofre de las pasitas.
Gracias por hacer posible otro número de Periplos.
De noche todos los gatos son pardos, no? Jajaja y todo lo que crees que es catalina sabe a catalina jajaja. Muy buena esta anécdota, @amaponian, y a pesar del mal sabor, el encuentro cercano y real con la familia es lo mejor en esos lapsos sin luz. Gracias por tu aporte a Periplos. Un abrazo.