Error en el pensamiento de los Bautistas chilenos del siglo XX, sobre el Estado

A continuación, lo que califico como un increíble error escrito en La Voz Bautista durante la Segunda Guerra Mundial (septiembre de 1943, autor exacto desconocido, página 13).

El gobierno civil afecta a todos los miembros de la comunidad, y se establece para el bien de la sociedad humana como un todo.

Agrega también, basándose en Romanos 13:1-7:

El gobierno civil es de aprobación divina, para promover los intereses y buen orden de la sociedad.

¿Este texto interpretado así incluye a Hitler y Hirohito, además Mussolini y Stalin? ¿O acaso esta interpretación de las sagradas escrituras se aplica solamente a las repúblicas o países democráticos de los últimos 250 años, siendo inválida para los otros autocracias, monarquías y dictaduras de miles de años? ¿Incluye a Nerón, Domiciano, Diocleciano que persiguieron a la iglesia primitiva? ¿O la famosa República Romana que oprimió a los judíos antes de Cristo?

En la misma publicación seis meses antes (La Voz Bautista, marzo de 1943, página 3) un autor tuvo más clara la idea del mal efecto de las nefastas políticas públicas—especialmente para la iglesia primitiva y la sociedad de esa época cuando el Apóstol Pablo escribió Romanos 13:1-7:

A todo hombre pensador tiene que llamar la atención el empuje, coraje y dinamismo de los apóstoles y de los cristianos que formaron la iglesia primitiva. Y hará pensar asimismo la marcha rápida y victoriosa de la obra del evangelio en una época sembrada de imposibles: de insuperables prejuicios, de absurdas pero arraigadas creencias, de despotismo y dominación de la conciencia y del poder político y religioso. [negrita agregada]

Entonces, ¿qué pasó? Habiendo visto los similares horrores de Hitler y el imperio japonés bajo Hirohito, los bautistas chilenos escribieron estas primeras dos citas negando la historia bautista libertaria y la interpretación política de Pastor John Leland, promulgador de la Declaración de Derechos de la Constitución de los EE.UU. Tanto la contribución de Leland como la de los Bautistas particulares anteriores a él en Inglaterra, había sido mencionada el año anterior por C. Almonacid B, en La Voz Bautista, junio de 1942, páginas 7-8:

El lema de la democracia es: Libertad, Igualdad y Fraternidad. ¡Qué maravilloso lema es éste! El totalitarismo [por ejemplo, los draconianos Hitler, Hirohito y Stalin; y, por extensión, Nerón, Domiciano y Diocleciano], persecución, dictadura, tiranía, mordaza y terror. ¡Qué terrible! Bajo el régimen democrático de los Estados Unidos, los bautistas hicieron la primera enmienda a la Constitución. La enmienda dice: "El Congreso no dictará leyes que establezcan una religión ni prohíban el libre ejercicio de ella, o coarte la libertad de la palabra o de prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente y pedir al Gobierno la reparación de los agravios". Esta enmienda fué adoptada en 1789. El que presentó esta enmienda a nombre de los bautistas al Presidente Washington, fué John Leland, distinguido predicador bautista. Fué oído, aceptado, porque su petición era justa, no fué llevado al campo de concentración o a la cárcel, como sucede en todos los países totalitarios hoy donde los predicadores son perseguidos hasta por sus principios cristianos. La Confesión de Fe adoptada por los Bautistas ingleses en 1644, dice el Dr. Vedder, contiene la primera publicación de la doctrina de la libertad de conciencia en un documento oficial que representa un cuerpo de iglesias osociadas [sic]."

Es evidente que los escritores de La Voz Bautista de junio de 1942 y marzo de 1943 se daban cuenta perfectamente de la historia y sus realidades políticas. ¡Pero qué ignorancia y vergüenza doctrinal se muestra meses después! Soy bautista, pero espero que ni mis hermanos ni yo hoy en día repitamos el error de los bautistas de septiembre de 1943. Por eso, escribo este artículo entregando la manera correcta de interpretar Romanos 13:1-7] y nuestra relación con el Estado y la política. Espero que pensadores de otras religiones también la puedan considerar.

Esta idea del Estado, una resurrección o re-formulación de la antigua idea del derecho divino de los reyes (referencia para foto), corresponde definitivamente a la doctrina católica romano, anglicana, metodista, luterana, presbiteriana y tal vez pentecostal. Pertenece a toda religión que quiere vincular Estado e iglesia o quiere usar el Estado para imponer moralidad piadosa en la sociedad, traer justicia social, o asumir el rol de implantar el reino de Dios (como quieren los teonomistas y el "Pastor" Soto en Chile actualmente).

Pero de ninguna manera un bautista debería adherirse a esa doctrina. Siempre abogamos por la separación de las dos cosas, frecuentemente estamos perseguidos por el Estado y mucho pensadores bautistas por años han considerado que el Estado está vinculado con Satanás mismo. Por mi parte, como la Biblia lo dice, creo que el Estado ha sido "establecido" por Dios (como por ejemplo Ciro, Hitler, Nerón, et al) y según Apocalipsis 13:1-9, Salmo 2:2/Hechos 4:26, Apocalipsis 19:19-21 y otros, está vinculado con Satán.

El establecimiento de algo no significa necesariamente que sea bueno. Según Isaías 45:7, Dios trae la adversidad y controla la maldad. Las palabras "bueno" y "malo" en Romanos 13:3-4 pueden estar definidas según la filosofía del Estado, no según los mandamientos o criterio de Dios. De acuerdo a Romanos 13:4, el Estado es el "servidor" (en griego: diácono) de Dios en el mismo sentido que Satanás lo es.

El Estado, a mi modo de ver, es malvado por naturaleza ya sea de izquierda o de derecha, aunque su peor manifestación es el comunismo ateo revolucionario (de la extrema izquierda). Entonces la izquierda es peor que la derecha en términos absolutos. Pero la única forma de pensar bíblicamente es la perspectiva libertaria, algo históricamente bautista.

No confío en el Estado en absoluto. Esta entidad genera corrupción, maldad y daño. Lo mejor que yo puedo hacer al involucrarme en política, es reducir el daño que el Estado puede provocar a mis hermanos o a mi familia, para que "vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad" (1 Timoteo 2:2). Jamás el Estado tendrá algo que ver con el plan redentor de Dios, salvo en su uso de santificar a sus escogidos para su "bien" (Romanos 8:28; 13:4). Insisto, las naturalezas de Estado e iglesia son distintas.

Los actos de Jesús revelan que fue un neoliberal; nunca pidió ayuda estatal. De hecho, Satanás le ofreció los reinados de este mundo que fueron dados al diablo (Lucas 4:5-6). El Estado desde entonces ha asesinado a Juan el Bautista, Jesús, once de los apóstoles e innumerables mártires de la historia. Esta es la realidad, y es lo que enseña Apocalipsis 12:13-17 y otras partes del libro. Jesús y los apóstoles Pablo y Juan nos enseñan que en este mundo tendremos aflicciones, persecuciones y prisiones (Juan 16:33; 2 Timoteo 3:12; Apocalipsis 2:10), mayormente por parte del Estado dirigido por Satanás.

Jamás pongo mi confianza en el Estado para mejorar mi calidad de vida. Las políticas públicas provocan o implementan las ideas satánicas en nuestra sociedad. De ninguna manera deberíamos aceptar la doctrina errante de los bautistas de septiembre de 1943 sobre el rol y naturaleza del Estado, que fue responsable de la muerte de aproximadamente 350 millones de personas no combatientes en siglo XX. ¡¿Algo tan evidente no debería ser claro para cualquier Bautista, en toda época, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial de 1943?!

Nota: Para leer más sobre el tema, consulte mis libros Christian Theology of Public Policy: Highlighting the American Experience (2006) [Teoría cristiana de la política pública: destacando la experiencia americana] y Bible and Government: Public Policy from a Christian Perspective (2003) [Biblia y Estado: política pública desde una perspectiva cristiana].

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