La Voz Bautista (febrero de 1954, Chile), Cristo y los derechos humanos, Cristo el pan de vida, Jesús declara su deidad, El hombre que nació ciego, El buen pastor, La resurrección de Lázaro, Casi salvo no quiere decir salvado
La Voz Bautista 46:2 (febrero de 1954), publicación bautista chilena, Honorio E. Espinoza, Director. Temas claves:
Pág. 2, 4: “Cristo y los derechos humanos” (Cornelio Gatica A.)
Pág. 3: “Recomendaciones importantes de la convención bautistas a las iglesias”
Pág. 5: “In memoriam” (José M. Rodriguez)
Lecciones de Escuela Dominical
Pág. 7–8: “Cristo el pan de vida”
Pág. 8–9: “Jesús declara su deidad”
Pág. 9–11: “El hombre que nació ciego”
Pág. 11–12: “El buen pastor”
Pág. 12–13: “La resurrección de Lázaro”
Pág. 24: “Casi salvo, no quiere decir salvado” (A. Pereira Alves)
En páginas 2 y 4 recuenta sobre los derechos humanos fundamentales, destacando los documentos de siglo XVIII de los Estados Unidos y además mucho sobre la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU. Se continuará en LVB de marzo de 1954.
"Este tema de Cristo y los Derechos Humanos es muy sugestivo y sobre todo muy amplio para ser tratado en un discurso. Sin embargo trataremos de hacer una especie de síntesis del tema, extendiéndonos en algunos detalles, no de todos los Derechos Humanos, sino de aquellos que consideramos fundamentales.
En primer lugar es necesario definir lo que se entiende por Derechos Humanos. Los estudiosos de estos problemas dan casi el mismo significado a Derechos Humanos y Derecho Natural, definiéndolos como “Facultad natural que tenemos de hacer todo lo que sea nuestra voluntad, a no ser que la ley lo prohiba, o nos lo impida la fuerza ajena”.
Históricamente hablando, estos derechos, por lo menos los fundamentales, nacen con el ser humano. El hombre a través de la Historia ha tenido que defenderlos, proclamarlos y declaralos. Así sucedió en Inglaterra en el año 1215 con l carta Magna; así también tuvo que hacerlo John Locke en el siglo XVII, Cuya obra sirvió de inspiración a los filósofos franceses y a los legisladores norteamericanos; así sucedió con las Declaraciones de Derechos Americanas, especialmente de la Virginia del 12 de junio de 1776, la Declaración de Independencia Americana de 4 de julio de 1776, y la Declaración de Hampshire de 31 de octubre de 1783. En todas estas declaraciones vibra el principio de la Libertad, Así sucedió en Francia, en plena Revolución, con la Declaración de lo Derechos del Hombre y del Ciudadano de 27 de agosto de 1789. Así ha sucedido con la Declaración Universal de Derechos del Hombre, aprobada y Proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948.
¿Cuales son los derechos? Debemos remitirnos a esta declaración Universal de la Asamblea General de las Naciones Unidas." (página 2)
Página 3 nota, entre muchas otras cosas, que fueron 53 iglesias bautistas chilenas en febrero de 1954.
Página 4 habla algo sobre el Pastor Juan Fawcett de Nueva York y su poesía.
Páginas 5-6 conmemora la vida y muerte del importante pastor bautista Juan C. Varetta en Argentina.
Página 24 nos recuerda que estar casi salvo es ser totalmente perdido.
"Si con los asuntos materiales de esta vida, nada conseguimos con el "casi", menos lo conseguiremos en relación con los problemas espirituales.
El [sic] que oye el Evangelio y apenas trata de poner en práctica algunas de sus máximas, sin idea de entregarse de un todo a Cristo, nada consigue con eso. Aun cuando esté cerca de salvarse, siempre se pierde. El naufragio de su alma será eterno, no importa que naufrague junto al puerto de salvación.
Miles de personas hay en las iglesias que "casi" son cristianas, sin embargo, no se han entregado todavía de un todo a Cristo. Concurren al templo, cantan himnos, etc., pero aun cuando están cerca de Jesús, mueren "casi" salvándose y se pierden para siempre.
Cuidado lector, no seas uno de esos "casi" salvados, y al fin perdidos para siempre..." (página 24)