Sexo efectivo y por transferencia en un país de gestores

in #espanol7 years ago

Un prostíbulo a cielo abierto toma vida en la última calle del Mercado Las pulgas donde unas 25 damas se ganan la vida prestando servicios sexuales. Pagar en efectivo da beneficios a los clientes, pero también en esta tarea abundan los gestores mientas sobra la miseria.

Isvelys Bracho

Dora y no precisamente la exploradora, se gana la vida con el oficio de la prostitución en el centro de Maracaibo, capital del Estado Zulia; como ella hay al menos una 20 damas dedicadas a este oficio. Esto no es nada nuevo y menos en Maracaibo o en cualquiera de las ciudades más pobladas de Venezuela, lo que sí es "novedoso" es la forma de pago para cancelar el servicio sexual y la dimensión humana que ha tomado en Venezuela este antiquisimo oficio.
Ubicadas en el popular Mercado de Mayoristas Las Pulgas justo en la última calle aledaña a las carnicerías, se encuentran las chicas, unas 20 o 25 personas cuya edad no supera los 35 años. Allí durante unos tres días a la semana, especialmente jueves, viernes y sábado caminan y se contornean mostrando su cuerpo a los clientes nada selectos que hacen vida en el lugar; por lo general son comerciantes, visitantes o extranjeros de "mal vivir" como explica Dora, quien no tiene empacho en divulgar su verdadero nombre aunque pide mantener el apellido en anonimato "porque es extranjero y alguna vez fue pesado", explica.
Allí cerquita de quienes buscan verduras y víveres baratos están ellas esperando su turno para atender a los clientes que antes las constatan por teléfono. Como mediador está Esteban dueño de un comercio con nombre religioso y cuya divulgación resultaría toda una ironía en esta reseña. Esteban es el intermediario que tramita el pago del servicio "por tranferencia" en ese lugar con nombre religioso donde él cobra la mitad de lo que ganan las prostitutas en un día común. Por lo general un coito tiempo normal de media hora o menos está por el orden de un millón de bolívares de los cuales Esteban se queda con la mitad por usar el punto.
Los clientes son variados pero la característica común es que ambos públicos tanto servidos como servidoras, llevan en su apariencia el signo evidente de la miseria y la malnutrición. Ropas harapientas, calzados desgastados, carteras deterioradas constrastan con la pinta de marca del gestor sexual quien trabaja sin bajar el vidio de su camioneta explorer color plata. Al final del día es el gestor quien se lleva la mejor tajada. Dora y sus compañeras apenas reciben, si el día es bueno, un millón y medio de bolívares de pago por la jornada de explotación y lujuria.

¿Y el efectivo?
También en el oficio sexual pagar en efectivo tiene sus ventajas en un país que carece de dinero circulante para pagar sus bienes de consumo. Sin embargo los clientes de este servicio también se las arreglan para lograr sus prebendas por parte de las chicas. Dora explica que el pago por efectivo da menos margen de ganancia a Esteban y más a ellas, además otorga al cliente la garantía de un tiempo extra en la cama, por lo que los clientes hacen "esfuerzos" para negociar en efectivo.
Al día las chicas, como hacen llamarse, atienden a los clientes en cinco cuartuchos ubicados al final del Mercado y solapados con puestos de verduras que disimulan la venta de sexo. Allí seguramente también deben pagar a Xiomara (nombre sugerido) que es una asiática encargada de mantener el orden y aseo de los locales.
Cuenta Dora que la fiesta mensual se produce cuando hay pago de pensión "No te creas los viejitos son vagabundos y hacen largas colas para luego venir con nosotras, hasta se vienen de los bancos directamente, a una le da cosita pero plata es plata y quizá quieren aprovechar sus últimos años de vida" señala.
El lugar es tan solitario como suelen ser los prostíbulos a cielo abierto y allí falta de todo: higiene, salubridad, vigilancia epidemiológica, seguridad y oportunidades. Toda esta ausencia promueve o al menos facilita el repunte de una tarea que debe convivir con la venta de productos regulados, verduras y carnes de toda índole. En Maracaibo sin cifras oficiales los trabajos informales han repuntado en más del 80 por ciento y este no es la exepción.
La ironía de éste Mercado es que como todo centro de venta allí abunda todo tipo de mercancía cuya demanda aumenta al mismo ritmo con que aumenta el precio de los rubros de primera necesidad y la miseria.las_pulgas.jpg_645655996.jpg
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