ASTILBE, LAS FLORES QUE SUEÑAN

“¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” Así decía Calderón de la Barca en su obra “La vida es sueño” Evidentemente, no se refería a la flor del Astilbe, esta delicada flor de aspecto silvestre y etéreo, sutil y delicada, y con una personalidad propia que le ha hecho ganarse un puesto indiscutible entre las flores “indispensables”, sobre todo en el tema de bodas, pero algo hay en esos versos que hacen recordar las romànticas flores del Astilbe, y algo hay en los campos de Astilbe que nos invita a soñar!

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No hay muchos cultivadores de Astilbe, seguramente por eso su precio suele ser bastante elevado. Las condiciones de su cultivo son muy especiales, de manera que su producción es limitada. Uno de los principales cultivadores en Holanda son los hermanos Rutgrink , que se han especializado en el cultivo del Astilbe y han creado su propia marca: AMAZING ASTILBE, apostando por la calidad en la flor. Sus campos de cultivo son espectaculares. Comercializan nueve variedades, en colores que van desde el blanco hasta el rojo intenso, pasando por los diferentes tonos de rosa y violetas.

Para conseguir la mayor calidad, las variedades más cortas se cultivan en invernadero, para conseguir un poco más de altura, como son Washigton y Erika. Estas flores se recolectan cuando tienen un 20-40% de las flores abiertas, , mientras que las variedades más largas y fuertes, como Else y Paul Gaarder, se cultivan al exterior y se recolectan con 50-70% de las flores abiertas. Después de la recolección, se colocan en agua limpia con conservante, para su optima hidratación

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