Podemos comprender que el ser humanos, a lo largo de toda su existencia, ha poseído una insaciable curiosidad por los elementos que lo rodean y con los cuales se desenvuelven. Por lo cual, este ha tenido que afrontar incógnitas, desde las más insignificantes hasta las más relevantes, al contactar con una serie de fenómenos y situaciones, entre otras. La mayor parte de las explicaciones a estas respuestas se han basado en supuestos, creencias y son, por lo general, aceptadas únicamente mediante la observación, asimilación, experimentación, etcétera, para su posterior formulación en conocimiento. Mientras más nos desenvolvemos, más se desglosan las maneras y métodos por los cuales adquirimos estos conocimientos, es decir, damos respuestas a interrogativas que pueden ir desde personales hasta colectivas.

La gestión del conocimiento implementa herramientas con el fin de crear, almacenar, utilizar y difundir conocimiento, también llamado “aprendizaje”, de esta manera funciona como base para la resolución de problemas, para innovar en la toma de decisiones e incrementar la creatividad del individuo en cuestión. No obstante, existen múltiples interpretaciones acerca del conocimiento y sus tipos de procesos. También, cabe destacar que no toda información es conocimiento, ya que, para ser considerado como tal, este debe ser de uso constante o específico en distintas situaciones, siendo estos factores influenciados además por experiencias personales.

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El mundo que nos rodea es el mismo que nos condiciona, generando cambios en nuestro accionar y permitiéndonos relacionarnos con el medio. Lo cual supone que la adquisición de conocimientos implica complejos procesos cognitivos; tales como: percepción, aprendizaje, comunicación, asociación y razonamiento.
La sociedad actual, también conocida como “era del conocimiento”, está determinada por el aspecto de la globalización. Dicho aspecto es, en general, un proceso económico, político, tecnológico y cultural, que consiste en el creciente flujo de información. Y, por consiguiente, en el influyo masivo de conocimiento.

El conocimiento es un elemento sumamente amplio y diverso, por el cual se ha existido la necesidad de crear categorías para ordenarlo cuya intención es clasificar para que así se pueda facilitar su desarrollo y evolución. Así mismo, hay conocimientos que se transmiten exclusivamente mediante academias e instituciones especializadas, mientras que otro tipo de conocimiento nace únicamente gracias a la transmisión verbal o escrita de los miembros de una sociedad determinada.

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Desde otro enfoque, este talento de captar y procesar información, puede ser mirado desde diferentes puntos de vista como la capacidad de resolver un determinado problema con una efectividad determinada. Nuestros conocimientos no solamente están almacenados en nuestra experiencia a los que tenemos facilidad de acceder. Para concluir, el conocimiento debe ser considerado como una capacidad humana, tal como las habilidades, experiencias e inteligencia, que aparece como el resultado de un tipo de transformación personal y social para la construcción, desarrollo y evolución de un nuevo de tipo de sociedad.