Luz y sombra parte 1

Un día amaneció con la convicción de haber vivido una vida llena de luces, llena de amor y perfección, tenía un mundo en su cabeza, quiso hablar de su vida como quien se niega a desaparecer en el tiempo, quería perdurar. Es así como Mary comienza a contar su historia:

Mary nació con la dicha de ser una bebe deseada por sus padres, desde sus primeros años fue educada en el seno de una familia matrialcal donde la abuela era quien imponía las normas sobre todo los integrantes de la familia, fue criada bajo el dogma de la religión católica y con valores tan firmes como un puente, Mary contaba con la suerte de haber tenido una aliada desde niña inquebrantable su también pequeña prima Ariel, ambas niñas fueron al compás de las exigencias que se les iban imponiendo, crecían y se volvían más unidas, compartían estudios, tareas, muñecas, ropa y casi todo lo que tenían, bus lema era “ somos como hermanas “ y realmente lo sentían. Eran de admirar realmente.

Mery siempre fue de carácter fuerte, introvertida, segura de si misma pero muy valiente, Ariel era todo lo opuesto, insegura, pero extrovertida. A los seis años de edad Mary solía jugar a toda hora aunque Ariel no estuviese ella jugaba, entraba al cuarto donde jugaban y podían pasar horas y horas allí dentro en su mundo perfecto, el mundo del juego donde todo es mágico, ese día Mary noto algo raro, sentía que no podía jugar sin sentir miedo, tenía la sensación de que alguien la observaba mientras jugaba, su temor fue tanto que paro su juego y se fue, ella no comento nada a sus padres, ni a su tíos, tampoco a su hermano mayor. Al pasar los días Ariel y Mary al regresar de la escuela jugaban como siempre pero Mary tuvo la misma sensación y ele dijo a Ariel que sentía miedo, porque alguien las veía jugar, Ariel se moría de miedo pero ambas decidieron no hablar más del tema. Fueron muchas veces más las que marcar sintió asechada por esa misteriosa sensación pero con el tiempo la ignoro por completo.

Ariel y Mary crecían, pese que habían más primos contemporáneos ninguno podía integrarse a ellas, eran muy cerradas en su hermandad. Mary adoraba bailar y en ocasiones lo hacia frente a los espejos, soñaba con ser bailarina, un día ella bailaba como te costumbre en la sala del hogar de su abuela, y mientras lo hacía veía como un niño estaba parado a su lado viéndola moverse, nunca dejo de bailar, pero en su cabeza solo pasaba la idea de que no conocía a ese niño que era tal vez de su misma edad, y que era tan blanco como un papel, enseguida entendió que ese niño no existía, que había sido su imaginación o tal vez algo que no quería reconocer. Esta vez se lo contó a su tía que la cuidaba, ella se mostró bastante nerviosa al respecto y le dijo que olvidara aquello, y que no le hiciera caso nunca a añada extraño. Así lo hizo Mary por mucho tiempo.
Como la familia de Mary era católica debían a cierta edad comenzar con lo apropiado en esa religión, Ariel y Mary debían tomar la comunión por primera vez.

Mary y Ariel estaban enamoradas de unos niños que estudiaban en la escuela, ambas lo mantenían en secreto porque sabían lo fuerte que era su abuela, ellas nunca hacían algo inapropiado en su familia aunque eran solo unas niñas siempre obedecían en todo. Al momento de acercarse el día de la primera comunión, Mary quien esa noche durmió con su abuela, tuvo el peor sueño que había tenido, donde seres sin caras la arrastraban hasta un lugar sombrío, los gritos eran muy fuertes, ella despertó llorando y su abuela ya estaba mirándola en la cama, le coloco un escapulario en el cuello y le dijo, no lo quites, cuando sientas eso que te de miedo o algún ruido extraño por la noche reza, pídele a Dios protección, desde esa noche no tuvo más pesadillas ni sintió nada extraño. Mary estaba feliz junto con Ariel el día de su primera comunión, era tan sagrada aquella experiencia de sentir el cuerpo de Cristo Jesús n su vida, realmente eran niñas muy puras y eso era de notarse.
Finalmente Mary y Ariel pasaron muchas noches y días divirtiéndose sanamente, fantaseando su futuro, y su vida, pero era indudable que algo sucedía con Mary, Mary no actuaba como Ariel en cosas básicas y tampoco como nadie de su familia, ella lo notaba y todos lo hacían, pero que sucedía con Mary?, Mary sentía la muerte de sus familiares, Mary ya estaba preparada para las muertes, Mary sentía que hacer y como hacer, incluso sabia como sacar a Ariel de cualquier lío, Mary podía ver lo que otros no, pero por qué nadie le hablaba a Mary de aquello que le sucedía? Ella comenzó a sentirse extraña y con curiosidad, también sentía temor de esas cosas, probaba una y otra vez dormir sin su amuleto y era imposible, su hermano un día le dijo nadie te creerá, nadie sabe realmente lo que es, pero somos iguales. Mary sintió alivio pero curiosidad que somos entonces? Lo que Mary siempre sintió fue la cercanía con su abuelo materno, aunque ella nació cuando el ya llevaba años de muerto, cosa que no podía entender. Averiguando con sus tíos, primos mayores, hermano y con su abuela descubrió que el “don “por así decirlo era familiar, pero todos lo ignoraban.
El primero en manifestarlo fue el abuelo difunto quien aseguraba ver una Sra que le decía todo lo que ocurriría, así como respondía a sus preguntas. Luego una tía que había experimentado la adivinación y esas cosas había predicho que una de las dos Ariel o Mary nacería con una enfermedad y tal vez moriría, luego de esa predicción trae sobre ella el cáncer, además de que cada vez que hacia alguna predicción en voz alta algo en su salud empeoraba, inclusive varias veces dejaba de caminar. Mary sabia que su abuela rezaba sin parar alguna noches pero le parecía normal, su hermano desde que nació fue asechando por un sinfín de cosas paranormales que todos podían presenciar incluso el hablaba con el abuelo muerto, otra de sus tías la que las cuidaba había experimentado una extraña posesión que casi le cuesta la vida y la salud mental. Mary se dio cuenta que estaba rodeada de historias que la atemorizaban pero que la hacían sentir en calma, ella callaba todo lo que veía, todo lo que escuchaba nadie quería oír ni si hermano ni Ariel, entonces comenzó a vivir con ello. (continúa )