Crecer en Esparta
Todos los bebés nacidos de ciudadanos espartanos se mostraban al consejo de ancianos en un punto de encuentro llamado Lesque, los ancianos comprobaban la fuerza del bebé y decían si merecía vivir o morir. A los bebé deformes o enfermos se los llevaba a un profundo acantilado al.
Oeste de Esparta y se les dejaba morir. Los bebé saludables debían aprender a ser fuertes. Las madres espartanas les enseñaban a quedarse solos en la oscuridad y a no llorar ni hacer ruido cuando tenían hambre
El estado espartano controlaba la educación y la crianza de los niños. No era así en las demás polis griegas. Los espartanos deseaban producir soldados duros y disciplinados,
y necesitaban mujeres fuertes y saludables que dieran a luz a más soldados, para crear el ejército más poderoso de Grecia. El entrenamiento comenzaba pronto. Con excepción de los herederos al trono, todos los jóvenes se enfrentaban a desafíos brutales para convertirse en guerreros sin miedo
Esparta
EL gran rival de Atenas era Esparta, que no se parecía a ninguna otras polis. Los espartanos eran soldados a tiempo completo, miembros del único ejército profesional de Grecia. Esparta tenía dos reyes, de dos familias reales, que gobernaban junto con
un consejo de 28 ancianos. Cinco éforos (supervisores) limitaban los poderes de los reyes y podían arrestarlos y deponerlos. Los éforos, que se elegían cada año, supervisaban el funcionamiento cotidiano del estado. Aunque se celebraban asambleas, los ciudadanos no podían hablar en ellas: aceptaban o rechazaban a gritos las decisiones tomadas por los éforos, los reyes y el consejo