Total Eclipse of Reason | "The Keyword of the Week" | [es-en]
"Eclipse Total de la Razón"
shortstory
"Inadvertently" CONTEST: "The Keyword of the Week" by @hive-107855
Krork, el Gran Sacerdote, era una bestia de hombre. Tenía la piel curtida por el sol y el viento, tan áspera como la corteza de un árbol viejo. Su mirada, hundida bajo unas tupidas cejas, brillaba con ferocidad animal. Su voz, un rugido, resonaba hasta lo profundo de la cueva donde vivía la tribu, infundiendo terror en todos miembros.
Krork se había erigido como el dueño de la tribu y el único mediador de los designios de las estrellas. Él, y solo él, podía leer sus caprichosos designios. Y, según Krork, las estrellas solo exigían obediencia. Obediencia a él.
Cualquier atisbo de disidencia era brutalmente aplastado por sus guardianes, hombres corpulentos con mirada de lobo hambriento. Casi toda la tribu vivía bajo un yugo de terror, resignados a su destino.
Un pequeño grupo, sin embargo, no se resignaba. Liderados por Atria, una joven de ojos penetrantes y espíritu indomable, urdían un plan para derrocar al tirano.
Una mañana, aprovechando que Krork oficiaba la ofrenda matutina al sol, Atria y su grupo de rebeldes decidieron asesinar al Sacerdote mientras estuviese rezando en su trance. Atria, con un cuchillo oculto en la cesta de ofrendas, se aproximó a Krork, fingiendo la danza ritual antes del sacrificio.
De pronto, Krork abrió los ojos, encontrándose con los de Atria. Krork Alzó sus manos en señal de maldición y lanzó un rugido atronador que detuvo todo movimiento. Un escalofrío recorrió el cuerpo de la Atria: el cielo se oscureció, el sol había desaparecido.
Krork, —con una sonrisa cruel, y aún con los brazos hacia el cielo—. Le dijo: —He oscurecido el sol para castigar vuestra insolencia —, y escupió a los pies de la muchacha. La tribu, aterrorizada, se arrodilló ante el Sacerdote.
Atria, horrorizada, vio cómo la superstición y el miedo convertían en verdugos a sus compañeros. Inadvertidamente, el eclipse, un fenómeno natural, se convirtió en la prueba irrefutable del poder divino de Krork.
Los rebeldes fueron sacrificados, su sangre derramada en nombre de las estrellas. La tribu, sometida una vez más, se postró ante el falso dios, ignorando la oscuridad que crecía en sus corazones.
Cerca del mediodía, el sol volvió a salir, pero su luz no pudo disipar la sombra que la tiranía había proyectado sobre la tribu. La esperanza de libertad se había extinguido, reemplazada por el terror y la sumisión.
El eclipse de la razón había sido total.
English Version
"Total Eclipse of Reason"
shortstory
"Inadvertently" CONTEST: "The Keyword of the Week" by @hive-107855
Krork, the High Priest, was a beast of a man. His skin was weathered by the sun and wind, as rough as the bark of an old tree. His gaze, sunken beneath thick eyebrows, shone with animal ferocity. His voice, a roar, echoed deep into the cave where the tribe lived, instilling terror in all members.
Krork had established himself as the owner of the tribe and the sole mediator of the designs of the stars. He, and only he, could read his capricious designs. And, according to Krork, the stars only demanded obedience. Obedience to him.
Any hint of dissent was brutally crushed by his guardians, burly men with the eyes of hungry wolves. Almost the entire tribe lived under a yoke of terror, resigned to their fate.
A small group, however, did not give up. Led by Atria, a young woman with penetrating eyes and an indomitable spirit, they hatched a plan to overthrow the tyrant.
One morning, while Krork was officiating the morning offering to the sun, Atria and her group of rebels decided to assassinate the Priest while he was praying in his trance. Atria, with a knife hidden in the offering basket, approached Krork, simulating the ritual dance before the sacrifice.
Suddenly, Krork opened his eyes, meeting Atria's. Krork raised his hands in a curse and let out a thunderous roar that stopped all movement. A chill ran through the body of the Atria: the sky darkened, the sun had disappeared.
Krork, —with a cruel smile, and still with his arms towards the sky —. He told her: —I have darkened the sun to punish your insolence —, and he spat at the girl's feet. The tribe, terrified, knelt before the Priest.
Atria, horrified, saw how superstition and fear turned her companions into executioners. Inadvertently, the eclipse, a natural phenomenon, became irrefutable proof of Krork's divine power.
The rebels were sacrificed, their blood shed in the name of the stars. The tribe, subdued once again, prostrated themselves before the false god, ignoring the darkness growing in their hearts.
Near noon, the sun rose again, but its light could not dispel the shadow that tyranny had cast over the tribe. The hope of freedom had been extinguished, replaced by terror and submission.
The eclipse of reason had been total.
Fuentes
Imágenes
- Las imágenes y gif son de mi creación a partir de Promts editados en Ideogram.ai. Dicha aplicación emplea la Inteligencia Artificial, para generar imágenes, a partir de frases y oraciones escritas. Estas son libres de derechos
[1] Ver mi galería en Ideogram.ai: joslud )
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Oh well, an old problem in ethics: is tyrannicide an acceptable, i.e. excusable, action to prevent much worse? Or is it murder, punishable and reprehensible like any other...?
I loved reading your story!
Krork knows how to spread fear and manipulate. The perfect way to reign.