A cry for justice, this is a call to the righteous!//¡Un grito por la justicia, esto es un llamado a los justos! by @carluis777
But you, O man of God, flee from these things and pursue righteousness....
1 Timothy 6: 11
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This man knew perfectly well what he was facing and the great danger that his life ran before all that was revealed, little by little heaven itself was showing him, little by little that noble and imposing revealed truth of Christ and his redemptive work would reaffirm a new life and passion in him, This was no longer a doctrinal dispute of who won more followers as deceptively insinuated by the religious of the time, this was the only truth, capable and sufficient to change lives and above all to reencounter the true hope that we all have in Christ.
If there was anyone questioned by those great religious and scholars of the fourteenth and fifteenth century was precisely this monk with a reputation for rebelliousness and nonconformity to the indulgence, this unjust doctrine served only to manipulate the people of his beloved Germany. He walks hurriedly trying not to be seen by those detractors of his new faith, he carries in his arms the result of a sincere investigation that without knowing it would take him not only to a special place in the chronicles of the universal history, better yet, he would have a place in heaven, this recognition would not earn it from his merits, it was only a gift by grace, this great relief gave a new reason to his life. Martin Luther walks determined to what was already planned, he needed to make clear and available to mortals everything that religion tried to hide, that day he nailed to the doors of the Wittenberg Palace Church what we know today as the 95 theses of the Great Reformation, this would be the fundamental principles for all the so-called Protestants, more than 500 years later this brave act reminds us of the beautiful gift we discovered in the doctrine of Grace that today reached us.
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The indulgence imposed by the religious of that time was only the perfect excuse to hide the greed and deceit that religion and the heart of man will always have. A few coins were necessary to receive from the church that document called indulgence that guaranteed the forgiveness of sins and the false promise of that famous phrase "As soon as the coin falls into the trunk, the soul of the deceased flies to heaven".
Today in our times there are modern indulgences, that curious way of pretending to pay God for everything we want and need, from many places they claim to speak on behalf of God guiding to the wrong, still follows that condition in the heart of man in taking advantage of his neighbor, some pretend to sell what God has given, when heaven itself reminds us that what we have received by grace, by grace we must give.
Just as Martin Luther asked the Church to return to the sacred teachings of the Bible, so there is a feeling in God's heart to turn back to Him, where He alone becomes the point of reference, God continues to disturb a small faithful remnant, awakening the interior of their lives, opening the eyes of the heart to His truth and justice, causing them to act violently in the face of injustice.
The righteous will always be remembered; he will certainly never fail.
Psalms 112: 6
"You are my righteousness, even as I am your sin. You have taken upon You all that I am, You have given me and covered me with all that You are. You took upon You what You are not and gave me what I am not." Martin Luther
Practicing justice and righteousness is preferred by the Lord to sacrifices.
Proverbs 21: 3
VERSION EN ESPAÑOL
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia…
1 Timoteo 6: 11center>
Fuente
Este hombre sabía perfectamente a todo lo que se enfrentaba y el gran peligro que su vida corría ante todo lo revelado, poco a poco el mismo cielo se le fue mostrando, poco a poco aquella noble e imponente verdad revelada del Cristo y su obra redentora reafirmaría una nueva vida y pasión en él, esto ya no era una disputa doctrinal de quién ganaba más adeptos como engañosamente lo insinuaron los religiosos de la época, esto se trataba de la única verdad, capaz y suficiente para cambiar vidas y sobre todo reencontrarnos con la verdadera esperanza que todos tenemos en Cristo.
Si existía alguien cuestionado por aquellos grandes religiosos y eruditos del siglo XIV y XV era precisamente este monje con fama de rebelde y su inconformad ante la indulgencia, esta injusta doctrina servía solo para manipular a los pobladores de su querida Alemania. Camina apresuradamente intentando no ser visto por aquellos detractores de su nueva fe, lleva entre sus brazos el resultado de una sincera investigación que sin saberlo lo llevaría no solo a un lugar especial en las crónicas de la historia universal mejor aún, tendría un lugar en el cielo, este reconocimiento no lo ganaría desde sus méritos, solo fue un regalo por gracia, esta grandiosa relevación dio una nueva razón a su vida. Martin Lutero camina decidido a lo ya planeado, necesita dejar claro y a disposición de los mortales todo lo que la religión procuraba ocultar, ese día clavó a las puertas de la Iglesia del Palacio de Wittenberg lo que hoy día conocemos como las 95 tesis de la Gran Reforma, esto sería los principios fundamentales para todos los llamados protestantes, más de 500 años después este valiente acto nos recuerda el hermoso regalo que descubrimos en la doctrina de la Gracia que hoy nos alcanzó.
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La indulgencia impuesta por los religiosos de aquel tiempo solo era la excusa perfecta para ocultar la avaricia y el engaño que siempre tendrá la religión y el corazón del hombre. Eran necesaria unas cuantas monedas para recibir por parte de la iglesia aquel documento llamado indulgencia que avalaba el perdón de sus pecados y la falsa promesa de aquella famosa frase “Tan pronto caiga la moneda a la cajuela, el alma del difunto al cielo vuela”.
Hoy día en nuestros tiempos existen indulgencias modernas, aquella curiosa manera de pretender pagarle a Dios por todo lo que deseamos y necesitamos, desde muchos lugares dicen hablar en representación de Dios orientando a lo errado, todavía sigue aquella condición en el corazón del hombre en aprovecharse de su prójimo, algunos pretenden vender lo que Dios ha regalado, cuando el mismo cielo nos recuerda que lo que hemos recibido por gracia, por gracia debemos dar.
Así como Martín Lutero pidió a la Iglesia regresar a las sagradas enseñanzas de la Biblia, así existe un sentir en el corazón de Dios en volvernos a Él, donde solo El vuelva a ser el punto de referencia, Dios sigue inquietando un pequeño remanente fiel, despertando el interior de sus vidas, abriendo los ojos del corazón ante su verdad y justicia, haciendo que actúen violentos ante la injusticia.
El justo será siempre recordado; ciertamente nunca fracasará.
Salmos 112: 6
“Tú eres mi justicia, así como yo soy tu pecado. Has tomado sobre Ti todo lo que soy, me has dado y cubierto con todo lo que Tú eres. Tomaste sobre Ti lo que Tú no eres y me diste lo que yo no soy” Martin Lutero
Practicar la justicia y el derecho lo prefiere el Señor a los sacrificios.
Proverbios 21: 3