Cuando Somos Advertidos Por Dios
En algunas situaciones de nuestra vida existen advertencias de parte de Dios para nosotros, pero sucede que muchas veces no las escuchamos o si la escuchamos no la tomamos en cuenta, preferimos cegarnos y entender lo que nosotros queremos y no lo que realmente debe ser.
Dios Siempre ha buscado la forma para que entendamos con claridad lo que debemos hacer en cada situación pero muchas veces la pasamos por alto y entonces nos involucramos en una serie de problemas o situaciones que complican nuestra vida.
Para que esto no suceda hay dos cosas que debemos hacer, una es siempre estar atento a lo que Dios tiene para decirnos y sobre todo dispuestos a escuchar, a ser sensible a su voz , estar dispuestos a obedecer.
Todo el que desee una vida en paz debe seguir las indicaciones que Dios establece, no es que Dios desee castigarte o que vivas en temor, al contrario El desea que tomes el camino correcto, disfrutes lo que ha preparado para ti, Dios desea ordenar el camino del hombre, por ello no puede permitir que todo suceda como queremos, sino como debe ser, en rectitud y en obediencia.
Cuando el hombre entienda que Dios le sembró en esta tierra, le creo, que tiene un propósito, que Dios lo ama y que quiere direccionar su vida a niveles espirituales indescriptibles que le permitirán bendecir su vida con las promesas del reino, entonces vivirá más plácidamente y con mayor seguridad, sin temor, entonces aprenderá a escuchar su voz y ser guiado por El.
El que anda por la vida sin la dirección de Dios anda sin rumbo, vagando sin descubrir su verdadero sentido, y en el momento menos esperado su vida se detendrá sin haber logrado alcanzar su máximo esplendor.
Es hora de comenzar a prestar atención a lo que Dios nos dice a través de su Espíritu Santo, El puede usar personas, puede usar a tus amigos o a personas que ni siquiera conoces, lo importante es que tú aprendas a identificar cuando El te hable utilizando algún instrumento suyo, seamos capaces de reconocer sus advertencias y sus consejos.
Es muy complicado seguirle, pero es lo mejor que podemos hacer en nuestras vidas y creo que una de las cosas más importantes es entender que no se trata de una religión, algo mecánico, algo vacío. El evangelio es algo que debemos vivirlo y gozarnos en el.
De nada sirve conocer de la palabra si no la vivimos. Dios conoce nuestro corazones y no podemos engañarlo.
Amor y fuego consumidor. Lo que permite, lo que nos da, los que nos quita. Absolutamente todo es para nuestro bien. En él nada se pierde.
Que la gloria y la honra sean para dios padre, amen.