Caricatura / Carta a Graciela Acevedo

Saludos, amigos todos de la comunidad de #Venezolanossteem, de forma especial, a sus curadoras @marcybetancourt y @solperez, por su acertada y motivadora propuesta.

Me une como al resto del universo, una especie de nostalgia por los encuentros en lugares comunes, así pues, va una carta a la amiga Graciela Acevedo, en tiempos de cuarentena, en que sólo en los boleros la distancia nos mata.

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Caricatura: Antolina Martell. Lápiz sobre papel. 20 x 14 cm. 19 de Mayo de 2021.

Carta a Graciela Acevedo

Querida amiga, al leerte, me llevas a comprender un tanto más mi recrear los amables espacios de la ciudad que nos unió en destino y libertad.

Te miro, me recuerdo, acompañando a nuestros hijos a la “orquestica” del Sistema de Orquesta de Venezuela, recién inaugurada, frente a la Iglesia Santa Inés, tu hijo tocaba el clarinete, creo, y mi hija el violín. Era por la década de los años ochenta del siglo pasado.

Después nos seguimos viendo y coincidiendo en encuentros culturales. Pero, fue la plataforma de Steemit, la que nos dio el permiso de divertimos admirando el decir de unos y otros. He visto reconocimientos, bien merecidos, en tus dibujos digitales y como narradora. Tres veces hurra en cada ocasión.
Graciela, agradezco compartas tus sentimientos al analizar mis ilustraciones con la visión humanista de la mujer plena, enamorada de la vida.

Ha sido una fortuna para mí poder convocar, a través de mis ilustraciones, afectos y al pasar el tiempo, añoranzas. En estas estampas solo soy un puntito de color para decir, si se puede.

Por tener mucho tiempo sin vernos, me costó un poco centrarme en tus facciones, entonces recurrí a “Google” y encontré una foto tuya espectacular, frente a las Puertas del Paraíso, del escultor Lorenzo Ghiberti en Florencia. Ni idea de cuando fuiste, pero yo estuve en el mismo lugar en el año 1973. En ese monumento a la historia de la humanidad me traje toda la ilusión por mi país, hoy, la clásica pregunta aflora, por qué en Venezuela todo se lo “tragó el tremedal”.

Tenemos miles de dudas sobre el futuro, pero en estos momentos busco la forma de volar como los papagayos. Muy a lugar, acabo de leer un cuento de Giacomo Leopardi, Diálogo entre un vendedor de almanaques y un transeúnte. Al final de ese encuentro, el autor vincula a los personajes con el azar y la esperanza, dice el comprador: “La vida bella no es la que se conoce, sino la que no se conoce.”

Volviendo a la foto, así recordé tu dulce sonrisa de abuela, de madre atenta y de esposa compañera. Por eso Graciela te dibujo con una capa, aunque menuda, energizada con partículas de estrellas.

Saludos a Ramón y a tus hijos.

Con afecto.

Pasos para la realización y digitalización de la caricatura.

Dibujo a lápiz sobre papel tras observar la [fotografía]. Tracé unas líneas del rostro retirando sus lentes, me resultaba más fresco, además recuerdo a Graciela sin lentes.

Luego la ilustración fue coloreada para enviarla a mis documentos y definir allí mejor los tonos con el programa Adobe Photoshop CS.

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Gracias por la compañía.

Sort:  

Hermosísimo post, querida @antolinamartell. La carta y la caricatura poseen una gran belleza.

Saludos, @antolinamartell. Qué bonito post has hecho, mujer, y qué buen retrato de nuestra amiga Graciela. ¡Te felicito!
Recomiendo que coloques la arroba antes del nombre de ella para que ella sepa que le escribiste esta carta. De lo contrario, podría no enterarse y sería una lástima.
Te abrazo.

Gracias mi querida @alidamaria por darme la noticia de este post tan generosamente hermoso de nuestra amiga @antolinamartell.

 4 years ago 
Gracias por ser parte de la Comunidad Venezolanos Steem, la Casa Grande para todos los Sueños. Tu publicación ha sido Seleccionada para el Programa de Soporte a las Comunidades de las cuentas @ booming. ¡Felicitaciones!

Querida @antolinamartell, agradezco el momento tan especial que me has regalado al leer esta publicación tan generosa (no puede ser de otra manera, viniendo de quien viene).

Estoy muy convencida de que los amigos verdaderos no deben extrañarse so pena de caer en pecado de egoísmo. Sé que, dondequiera que estén, mis amigos están haciendo cosas buenas, solos o acompañados.

También creo que los amigos se eligen con el alma y que eso no depende de cuantas veces nos veamos ni de donde. Ahora mismo estoy contigo admirando las puertas que hizo Ghiberti en oro... las dos, tu y yo, boquiabiertas en Florencia.

Yo aprovecho y la veo con tu mirada mágica y que llena (como ahora) de colores, de alegrías y papagayos, los momentos más grises. No sabes cuánto te agradezco también esto, además de la certeza de que hay que seguir haciendo cosas buenas.
Te acuerdas, Antolina de nuestro poeta?

Lo que hay que ser es mejor
y no decir que se es bueno...

Guardaré envuelto en ternura este hermoso momento en que me dejas soñar con una capa de estrellas.