Gente buena de Steemit: Una crónica musical para recordar tiempos pasados de la farándula venezolana. Espero que les guste. Con mi agradecimiento para #venezolanossteem y a sus emprendedoras directivas: @marcybetancourt y @solperez.

_{Imagen de mi archivo personal}

Aquellos tres muchachos habían formado un magnifico trío musical que había puesto el nombre de Venezuela muy en alto, como suele decirse. Y a pesar de que la prensa escrita del momento hablaba de que se trataban como hermanos, la realidad dictaba algo muy distinto.

Los muchachos del Trío Venezuela se hallaban en la ciudad de Mérida aquel sábado 30 de marzo de 1968, cuando Víctor Mendoza, quien acababa de almorzar y se dirigía nuevamente al hotel, se detuvo frente a un kiosco de venta de periódicos y sintió que se la bajaba la tensión, tal fue la impresión que le provocó lo que acababa de leer en la portada de la famosa revista Venezuela Gráfica: “Se disuelve el Trío Venezuela”.

Habían sido contratados para actuar en el teleférico de Mérida, una de las mayores atracciones turísticas del país. También actuarían en alguna emisora local de radio para completar su agenda de trabajo en la ciudad andina.

Mientras tanto, Víctor Mendoza caminaba hacia el hotel hecho una furia. Había tenido tiempo para revisar con calma la entrevista que la periodista Elizabeth Camino había hecho a sus compañeros Luis Ferrebús y Gilberto Jiménez. En la entrevista se leía, palabras más palabras menos, que Víctor había tratado de marginarlos y que era la manzana de la discordia en la agrupación. También se podía leer en la entrevista que para Víctor la opinión de ellos era muy poco importante y que constantemente los humillaba y que todo lo toleraban por la amistad que había y además pensaban que Víctor se había aprovechado de aquello para hacerles la vida imposible.

Finalmente Víctor llegó a la habitación donde se encontraban no solamente Luis Ferrebús y Gilberto Jiménez sino también Antonio “El Guajiro” Vásquez, quien fungía como percusionista de la agrupación. Estando en presencia de sus compañeros, Víctor Mendoza dijo con una rabia incontrolada: “¿Qué coño es esto? ¡Explíquenme!”. El Guajiro sale de la habitación y Ferrebús tratando de justificar lo que han hecho dice: “El papel aguanta todo”.

No hubo tiempo para mucho más. Víctor Mendoza tomó sus cosas y salió a toda prisa hacia el terminal de pasajeros de Mérida, con el objetivo firme de irse de ahí rápidamente. No quiso ni siquiera esperar hasta el otro día el vuelo que los llevaría nuevamente a Caracas. El hombre estaba decepcionado y dolido, tanto así que el llanto inundaba su rostro. No encontraba ninguna justificación para lo que acababa de leer.

Así las cosas, aquello sería el principio del fin del Trío Venezuela tal como se había conocido en sus días de gloria. Hasta ese día estuvo Víctor Mendoza en el trío. Incluso para la actuación que faltaba para cumplir con sus compromisos, habían tenido que buscar a un bajista de la ciudad de Mérida que suplió a Víctor en aquel compromiso que todavía quedaba pendiente.

No obstante la salida de Víctor Mendoza de la famosa agrupación, el Trío Venezuela siguió actuando por varios años más. Y a pesar de que a la salida de Víctor, diría Luis Ferrebús: “El que se fue no hace falta, hace falta el que vendrá”, ya nada volvió a ser igual. Los tiempos de esplendor y de hacer una música que deslumbraba a propios y extraños habían quedado atrás. Sí siguió haciendo falta, y mucha, el que se había ido.