Taller de poesía Gaya Ciencia. Sesión N°2 (2da. Temporada): Ars poética

Saludos a todos los habitantes de Steemit y en especial a mi profe y compañeros de taller.

Ya en la segunda sesión y su consecuente ejercicio, la profesora nos ha pedido crear nuestra “propia versión del fénix que es la poesía”. Además, nuestro poema debe partir de la palabra fénix.

Juan-Eduardo Cirlot señala que el ave fénix simboliza la periódica destrucción y re-creación. Luego, para completar la definición, añade que

Wirtz da un sentido psicológico a este ser fabuloso al decir que todos poseemos en nosotros un fénix que nos permite sobrevivir a cada instante y vencer a cada una de las muertes parciales que llamamos sueño o cambio. En el Occidente cristiano, significa el triunfo de la vida eterna sobre la muerte. En alquimia, corresponde al color rojo, a la regeneración de la vida universal y a la finalización de la obra.

Como verán, me hallo ante un verdadero reto: presentar mi Arte poética respetando la carga simbólica de ese elemento que debe ser la esencia del mismo.

Para guiar esta difícil y delicada misión, la profesora nos ha dejado como ejemplo “Otra arte poética una: la palabra”, de Darío Jaramillo Agudelo. Un modelo inalcanzable.

Leí esta obra tal como lo indicó la profesora: escudriñándola, levantándole las alas como si de un fénix se tratara. Pero, como toda obra maestra, pese a su aparente sencillez, mientras más la leía, más difícil de imitar me resultaba.


Este ejercicio me pareció más reflexivo que poético (aunque la poesía debe surgir de una reflexión y los buenos poemas siempre invitan a reflexionar) pues, antes de iniciar el proceso de escritura, fue necesario detenerme a pensar muy en serio qué significa para mí esa materia con la que se tejen los poemas: las palabras.

FÉNÍX.jpg
Fuente

Ars poética

El Fénix no es el ave,
Fénix es la palabra que lo crea,
Y, al nombrarlo lo hace realidad
como a todo.
Por la palabra nacen las sirenas, el Golem, los hipogrifos, los unicornios.
Ella crea el universo y lo que vemos
y lo que no podemos ver.
Ella es en sí misma el objeto, la emoción,
el fenómeno, el ser.
Se hace líquida y se escurre;
se hace humo y da vueltas y se eleva en volutas;
se hace canción, penetra los oídos y arrulla;
se hace fuego y nos calienta o nos abrasa
y luego nos hace emerger
de las cenizas.
Y somos Fénix y somos palabra.
La palabra poética
crea, destruye, re-crea,
deforma, transforma,
castiga, condena, libera,
despierta, sacude, alerta.
La palabra poética unas veces es silente;
otras, estridente, rumorosa.



Fuente citada: Cirlot, J. (1992) Diccionario de símbolos. Barcelona: Labor

Quedo agradecida con @adncabrera por invitarnos a pensar en el quehacer poético y en su materia prima.

Gracias a la Comunidad y a sus impulsores @solperez, @marcybetancourt y @venezolanos

Sort:  

¡Me encantó su poema! 😍

Y yo estoy encantada de tu visita. ¡Gracias!

Hermoso y profundo, @eudisdiaz.
Tu poema se desarrolla en la órbita simbólica que, dices, es del fénix, pero que devuelves a un cause más primario, la palabra que crea, el génesis (que adquiere su sentido en contraposición con el apocalipsis...

Y somos Fénix y somos palabra.
La palabra poética
crea, destruye, re-crea,
deforma, transforma,
castiga, condena, libera,
despierta, sacude, alerta.
La palabra poética unas veces es silente;
otras, estridente, rumorosa.

Este final, dichosea de paso, es extraordinario.
Pudieran correegirse algunos detallitos de armonía de algunas palabras o algún segmento de construcción, pero eso será después que este texto haya cumplido su ciclo de descanso y renazca editado.
Es hermoso lo que has hecho aquí.
Gracias.
Te espero sin falta para el próximo ejercicio.

Me siento halagada, feliz y carente de palabras para agradecer la valoración que has hecho de mi ejercicio. Mi propósito es mejorar en el difícil y esquivo arte de la poesía. Con una guía como tú voy segura, con paso firme y, sobre todo, con un hacer consciente, meditado.
Gracias gracias mil gracias.