Esta es la propuesta #104 del Concurso de Arte y Escritura de @solperez
Invito a: @hljott y @naylet a participar del arte de Paul Signac.

Fuente Wikipedia

Ecos de primavera

Cuando conocí a Ernesto nos encantaba desayunar juntos, el aroma a café era la celebración del nuevo día. Nuestras fluidas conversaciones eran como un río cristalino, brillaban nuevas ideas y nuestras risas casi no cabían en el salón.
A veces nos escapábamos al jardín con un mantel de cuadros y bajo un árbol colocábamos los alimentos que disfrutábamos con verdadero placer. Las flores parecían alegrarse a nuestro lado mientras el viento hacía bailar las ramas de los árboles. Los desayunos eran la delicia de los años dorados.

No sé qué pasó. Lentamente, se alejó la primavera, ¿o fueron muchas? La verdad no lo recuerdo.

Hoy como un déjà vu sentí el aroma a café recién hecho y bajé con los ánimos renovados. Ernesto ya estaba sentado en la silla de siempre, en la misma mesa, pero no era el mismo.
Creo que no se dio cuenta cuando me senté en mi lugar de siempre. Estaba ensimismado en sus pensamientos y yo sin querer me introduje dentro de los míos.

La primavera había pasado y tras la ventana se podía sentir el invierno. Había flores, pero estaban llenas de escarcha y un manto gris en el cielo no dejaba ver el sol.

Mis pensamientos, como las raíces del árbol que un día nos ofreció su sombra, se habían arraigado muy dentro de mí, buscando alimentarse de mi soledad. Una bruma densa me aparta de Ernesto.

Quizás en nuestra casa nunca vuelva la primavera.

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