Venezuela Concurso/ Semana 7/ El día más feliz de mi vida/En el camino

Este concurso que nos propone @solperez y @marcybetancourt en la comunidad #VenezolanosSteem es realmente difícil. Cómo elegir un momento feliz entre tantos que nos ofrece la vida? No dejes de participar.

Últimamente nos quejamos de mil cosas, pero cuando miramos atrás y tratamos de escoger un momento de felicidad se aglomeran muchos.

Unos sobre otros y se me atragantan las sonrisas recordando.

Menos mal que el concurso no se trata de enumerarlos porque sinceramente no habría espacio en steemit.

Aparte del nacimiento de mi hija primogénita, luego de mi hijo amado y posteriormente de la nieta que me robó el corazón Hay días inolvidables que han marcado momentos de felicidad desbordante…

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Quiero citar el recuerdo que se abrazó a mí cuando leí la propuesta.

Mi experiencia en El camino de Santiago marcó un antes y un después en mi vida y todo el camino estuvo pleno de pequeños pero muy intensos momentos.

Aprendí a valorar cada minuto, cada kilómetro recorrido. Entendí el significado del sacrificio y valoré cada gesto amable de los compañeros del camino.
¿Crees que te conoces? Yo descubrí que no tenía idea de lo que era capaz de hacer, aprendí a conocer mi cuerpo a dominar los dolores que me acechaban, aprendí a no dejarme vencer.
Hubo momentos tan duros que pensé que no podría lograrlo, pero un paso más y luego otro sumado a la sonrisa de algún peregrino eran suficiente aliciente para continuar. La hermosura del paisaje, el silencio que era inmenso y profundo y se convertían en mi alimento y mi energía.

Cada peregrino tiene sus propias razones para emprender esa aventura. No siempre son religiosas pero la espiritualidad que se percibe en el ambiente es algo que yo nunca había vivido.

Después de esto todo cambia el contacto con la naturaleza te une a la tierra y pasas a formar parte de ella. Aprendes a escuchar al viento, el murmullo de las ramas y las hojas de los árboles te acompañan.
Las aves con su trino se convierten en la música que te arrulla cuando te agobias.
El descanso al final del día lo aprecias como el momento más deseado cuando piensas que al día siguiente tu cuerpo no podrá responderte y llegas a sentir la tristeza de la derrota. El sueño es un bálsamo milagroso y la fe alivia cada una de las heridas.
El amanecer es hermoso y una sonrisa acompaña tus pasos otra vez.

Los últimos kilómetros fueron muy duros, en cinco días caminamos 120km. Al final ya no sabes lo que te duele, tus piernas y tus pies te resultan ajenos sin embargo en el momento final la energía te invade y sientes que eres capaz de seguir y alcanzar 120 kilómetros más.

¿Cómo no amar y recordar estos momentos o cómo dejarlos atrás? Es imposible y o único que lamento es no haber podido vivirlo antes, aunque en cierta ocasión el último día del camino, me crucé con una mujer que me dijo “falta poco” era un momento difícil para mi, una de las etapas de desconsuelo que a veces toca vivir en el camino. Yo me quejé diciendo que eso debí haberlo hecho muchos años antes y ella me respondió que el momento exacto era justamente ese, cuando el camino y yo nos habíamos encontrado.
Dijo eso y se alejó caminando a su ritmo yo seguí al mío reflexionando y descubrí que era cierto. En otro tiempo no hubiera sido lo mismo necesitaba la madurez y mis experiencias vividas para sentir como estaba sintiendo esa experiencia.

Para entender lo que significa la emoción de alcanzar la meta hay que respirarlo, sufrirlo y disfrutarlo compartiendo con los compañeros del camino ahora hermanos para siempre y llegar unidos hasta el final.

Ese día nos fundimos en un inmenso abrazo sintiendo una felicidad desbordante y lloramos juntos por haberlo logrado, pero también porque no queríamos que acabara el momento.

Nada de lo que pueda decir de acerca a la realidad y solo los que han seguido esas sendas pueden entender mi sentir.

Buen camino

Las imágenes son de mi propiedad y fueron tomadas en Septiembre 2019 mientras vivíamos intensos momentos de felicidad desbordante…