2º Concurso Literario Foto-Relato // El reflejo llorón

Mi estadía comenzó donde Doña Luisa, quien con sus manos temblorosas pero imparables aun preparan la comida de los cuidadores del potrero, que pertenecía a su difunto marido, Don Juán.

Esa noche, hice un paseo por los alrededores, el viento me empujó hasta encontrarme con un pequeño estanque, detrás del potrero, abrazado con matos y plantas que susurran a los curiosos que se acerquen un poco más.

Quise lavarme los pies, cuando sentí el agua revuelta, mi lógica creyó que podría ser algún animal, pero al ver que no salió nada, mi curiosidad me detuvo y me acercó. Me agaché, vi mi reflejo en el agua apenas iluminado por la luz de la luna, pero me estremecí porque a diferencia de mis gestos, el reflejo estaba llorando sin consuelo.

[Fotografía: @oacevedo]

La mañana siguiente le conté a la doña, lo que había vivido, se rió con complicidad de victoria, porque me dijo que en esa agua fangosa, había ahogado a la amante de su marido, pero que desde ese día, -ella misma- entre su locura, no paraba de llorar.

Me quedé en blanco asimilando y cuestionando su risa con alevosía, salí despavorida, dejándola a ella con las palabras en la boca y el café sin terminar, hasta que encontré a uno de los cuidadores:

_ Chico, ¿Me podrías ayudar a buscar mis corotos donde doña Luisa?

Por supuesto, hace años que nadie va a casa de mi abuela desde que falleció.

_ ¿Qué? respondí con la esperanza de no haber escuchado bien.

Si, hace 32 años, para esta fechas, mi abuela descubrió a la amante, y en medio de una trifulca, ambas cayeron al estanque, ahogándose una a la otra entre llantos, gritos y lamentos; desde entonces algunas de las personas que pasan por ahí y se ven en el agua, se sorprenden al ver su propio reflejo llorando.

Invito a mis primos @criollom y @anabel.karina a participar en este concurso de @oacevedo para #VenezolanosSteem