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Una imagen, un poema #6: Tóxico

Ay, aquí vengo yo a contarles una historia
y aunque a veces pierdo la memoria
ese pasaje cruel y horrible de mi vida
por más que intente olvidarlo, no se me olvida.

Tenía yo 20 años e iba a la universidad
y así como por casualidad
me enamoré de otro estudiante
que para qué decir que no,
al pricipio era bueno y galante,
cariñoso, buen partido, echado para adelante

Pero con los meses vi su cambio
y aunque al principio me hice la ciega,
no hubo amiga que no me dijera
que mi novio estaba sacando las garras como fiera.

Que no me dejaba salir, tampoco ir a fiesta,
y menos salir a la calle con vestido
porque era seguro una pelea
cuando estuviera de vuelta.

"Déjame revisarte el teléfono
para saber con quién hablas",
decía el muy patán abusivo
y yo no le decía nada.

Estaba yo embrujada,
idiotizada o sin autoestima
porque dejaba que él me manipulara
como un adulto manipula a una niña.

Pero un día abrí los ojos
y me pregunté qué estaba haciendo.
Una mujer como yo
no podía soportar aquello.
Así que me distancié de aquel tóxico
y entre nosotros puse metros
tanto que cuando el tóxico volvió
pensé que hablaba con un muerto.
Y es que cuando la gente es tóxica
se merece que la enterremos.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS