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RE: Concurso de Arte y Escritura #100: segunda participación

¡Hola, @pousinha! Muchas gracias por la invitación. Me encantó la historia, pues ña situación que describes en ella todavía es una estampa común en algunas comunidades de mi país. De hecho, aquí en Yucatán, hasta no hace una década, los que no podía costearse estudiar más allá de la secundaria tenían que irse a trabajar en las milpas o parcelas de su familia; si bien la mayoría de las milpas era para consumo familiar, algunos vendían el producto de su trabajo a otras personas, quienes les mal pagaban, o se marchaban a trabajar en fincas más grandes, siendo explotados.

¡Saludos y que tengas una excelente semana!

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Hola, querida. Ese rasgo cultural, infelizmente, es muy común en mi región de origen (me gustaría decir que es cosa del pasado, pero no tengo ni idea de la situación de hoy día, como ya son muchos años que me mudé al otro lado del mundo).
Y los padres que consideran la educación superior (a veces, incluso la educación secundaria, como no es obligatoria en mi país) una pérdida de tiempo y de dinero, no son nada de muertos de hambre obligados a salir entre andrajos. Son empresarios, a veces bien sucedidos, que poseen dos o tres casas (por no decir mansiones de dos o tres pisos). A veces, como no están a la altura de Bill Gates, se sienten muertos de hambre. En la cultura del área donde nací, una vez que un pibe ya sabe hablar y caminar, ya es la hora de llevar un sueldo a casa. Mi mejor amiga se quedaba obligada a trabajar durante la secundaria y sin su MI altísimo, no habría logrado terminarla sin pendencias y suspensiones. Pues por las mañanas iba al colegio y por las tardes a trabajar. Eso significa que no le quedaban a no ser unas pocas horas durante la noche para estudiar las asignaturas del colegio. Aun así, conseguía sobresalientes. Este es el motivo por el que en mi región de origen los médicos, los policiales, los jueces y, muchas veces, los profesores también, son importados del sur del país, donde hasta el hijo de un jornalero puede convertirse en médico. En el sur de mi país de origen, los padres quieren que los hijos sean más que ellos. En el noroeste, en cambio, hay esa lastimosa cultura, donde para los empresarios lo de ganar un sueldo lo más rápido posible es sinónimo del verdadero éxito. La excepción son los profesores, ingenieros, arquitectos y todas las demás profesiones que requieren educación superior. Ellos sí quieren que sus hijos vayan bien más allá de la enseñanza primaria.

Ps.: no sé que son las milpas, como que nunca oí esa palabra...