Hola estimados miembros de esta maravillosa comunidad que Dios Todopoderoso les llene de infinitas bendiciones, es para mi un placer hacer mi participación en este hermoso concurso pues a cualquiera enciende esa llama de sentimiento y revoloteo de mariposas, elegí mi historia de amor, es un mundo de experiencia, de retos, aprendizajes, apoyo mutuo y se que seguirá siendo mientras permanezca la solicitud del respeto, confianza y sobre todo el amor.

Mi historia de Amor inicia cuando mi vida de adolescente estaba inundadas de problemas familiares de no saber que hacer, cuando como jóvenes creemos que todo esta contra nosotros pues los que ya pasaron esta etapa podrían entender estos sentimientos, estaba pasando por la desdicha de un noviazgo muy atropellado donde no había respeto y de solicitudes de parte de ese joven que estaban fuera de mi consentimiento de mujer.

Un día menos esperado, pero indicado, pues ese día estaba bastante mal porque era donde había tomado la decisión de apartarme de Dios pues uno de mis problemas familiares era porque yo había tomado la decisión de ser cristiana y la negación de mi madre, pues comencé a cambiar mi estilo de vida ya no era igual quizás porque ella no sabia de lo que yo huía, pues no hablaba mucho con ella pues eramos solas y ella trabajaba todo el día y yo estaba cayendo en vicios, alcohol. Cansada de problemas y de luchas internas,camino a la iglesia, estaba decidida, cuando llega ese príncipe azul en su corcel blanco con una sonrisa de sol encantadora (joven en una bicicleta muy sonriente,ja.ja,ja) me pregunto que tenia? pues mis lagrimas todavía corrían por mi rostro y yo muy normal le dije ¡nada! ¡¿podrías dejarme sola?! y seguí caminando y él continuo a mi lado sin pronunciar una palabra, cuando llegue a la iglesia, se fue y antes de irse me dijo !nos vemos!, no le respondí pues estaba hundida en mis pensamientos.

Luego de algunos días iba camino a casa de una amiga, vuelvo a ver aquel joven que sin conocer me acompaño en un momento triste, pero creo que espero que viniera de regreso, para esta vez acompañarme sin el corcel,ja, ja,ja , esta vez me saludo y me pregunto mi nombre y comenzó a decirme que él era cristiano y que nada de lo que yo estaba pasando era para alejarme de Dios pues era quien me podía ayudar de todos los problemas que estaba pasando, recuerdo esas palabras que me dijo ¡Dios es nuestro refugio! las cuales recibí con profundo agradecimiento y se fue, sorprendida de sus palabras pues él no sabia por lo que estaba pasando, era Dios quien me hablaba a través de ese joven.

Días mas tarde cuando había tomado la firme decisión de no apartarme de Dios, mi mayor sorpresa es que al llegar a la iglesia el joven estaba al frente en el altar, era uno de los músicos invitados en la actividad que había programada mi corazón salto de alegría y las mariposas revoloteaban, las miradas se cruzaban de vez en cuando pero en mi interior había miedo de eso que estaba sintiendo.

Paso algún tiempo y no había vuelto a ver aquel joven que había despertado ese sentimiento que se había convertido en miedo en lugar de sentir felicidad. Camino a casa, escuche una voz conocida que dijo: ¡Hola, te acompaño! mi corazón salto de alegría pero mi rostro disimulo y dije: ¡estoy apurada no quiero llegar tarde a mi casa! no te preocupes, yo igual te acompaño respondió, hablamos diferentes temas, se me olvido por ese momento de camino todo lo que estaba pasando, me hacia reír con sus ocurrencias, al llegar a mi casa me dio una invitación a un concierto el grupo al que pertenecía iban a tocar, ademas de invitarme a cenar, allí quedamos, acordamos el día en que íbamos a salir.

Tenia muchos sentimientos encontrados pero tome la decisión de apartar los miedos y finalmente llego el día, después de cenar, caminamos a un puente donde el rió era alumbrado por la luz de la luna, hablamos mucho y hable de mis miedo y solo me dijo ¡Que Dios es el que cura nuestras heridas,que no me aparte de Él! Yo quizás sea tu amigo y quiera ayudarte, apoyarte pero somos nosotros mismos los que decidimos levantarnos y seguir adelante! estaba sorprendida de que a pesar de ser joven era muy centrado y hablaba diferente a los jóvenes que yo conocía desde ese momento entendí que somos los que tomamos decisiones y podemos superar los desaciertos en nuestras vidas y que no todos quieren el mal para ti y que si sabemos esperar llegara la persona indicada en nuestra vida.

Al pasar un año nos casamos, comenzamos a construir una familia, superarnos de manera espiritual, como personas, esposos, padres, profesionalmente ya son 18 años que han pasado y espero pues que con la ayuda de Dios, continuemos y que mi historia de amor favorita continué.