¿Te has dado cuenta? las cosas que más deseamos se vuelven más difíciles de conseguir para nosotros, puedes ver como otros las obtienen con mucha facilidad mientras a ti te cuesta mucho conseguirlas, pero esos que consiguen con facilidad lo que tu quieres no lo anhelan tanto como tu, sin embargo se les hace difícil lograr sus propios anhelos.

Los pobres tienen amor pero quieren dinero, los ricos tienen dinero pero quieren amor, puedo dejar muchos ejemplos y seguramente tu añadirías algunos más...

Mi compañero (el antiguo líder) parece alguien sediento de poder, yo soy alguien sediento de tranquilidad... siendo muy sincero quiero un trabajo en el que ejecute la tarea y vea todo funcionando, sin embargo los procedimientos administrativos, informes, cotizaciones, selección de compras y todo eso me aburre hasta los tuétanos.

Después de todos los logros en turbomáquinas se me dio el poder absoluto sobre el grupo (de parte del cliente) y con ese poder la responsabilidad de todas esas cosas que realmente no me gustan. El antiguo líder no sabía nada de esto, no sabía sobre mi petición para que mantuviese su empleo, tampoco sabía toda la autoridad que se me había dado, de hecho seguía jugando a evitar que ocupe su lugar lo cual yo asumía como algo sensato, algo que no quería hacer pero era necesario por el bien de todos, incluyéndole a él mismo (porque si no era yo seguro llamarían a otro menos considerado).

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Una sonrisa y una mano extendida frente a mi, en ocasiones una mirada poco amable. Pero a mis espaldas poniéndome mal con el grupo y esto lo sé porque en más de una ocasión le encontré haciéndolo, no me enoje, incluso lo tome como algo comprensiblemente lógico, yo soy el intruso aquí después de todo, pero mientras él no se decidiese a hablarme con sinceridad yo no podría esperar que él entendiese la situación.

No quise tomar a todo el grupo, incluso seguí con mi mismo equipo y dejé que él manejase al resto... pero el cliente, que dio la orden que me encargase de todo se dio cuenta y al parecer no le gustó.

Así que nos asignó una actividad y me dijo que llevase a todos, cuando medí la actividad no vi la necesidad de llevarlos a todos, aún así le avisé a mi amigo que la orden estaba dada para evitarle problemas, creo que él lo tomó de otra forma y me dijo que él tenía ordenes del jefe de mi jefe (en términos de cliente) para hacer la actividad que estaba haciendo con el grupo con que lo estaba haciendo.

¡Estimado amigo! si ese es el caso entonces nadie podrá estorbarle en su actividad, siga adelante porque no tendrá problemas.

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No era cierto, el creyó que yo le decía aquello porque quería quedarme con todo el grupo y yo no quise creer que sus sueños de poder le habían hecho creer que lo que el soñó (que el jefe de mi jefe era su jefe) era una realidad.

Así que en la reunión de la mañana mi jefe volvió a preguntar si yo tenía todo el grupo y yo de inocente notifiqué lo que me había dicho mi amigo ya que si eso era cierto mi amigo quedaría libre de problemas. No lo hice con mala intención, de hecho era inevitable que mi jefe lo notase, así que mi jefe dio la orden pero ahora no a mi sino al gerente de la empresa.

A la hora del almuerzo el gerente llamó a reunión a mi amigo, seguramente mi amigo pensó que era el momento de plantear sus quejas sobre mí y sobre cómo quería yo apoderarme de todo lo que por derecho le correspondía a él.

Hay dos gerentes, uno que es muy educado y amable y otro que es muy cruel al decir las cosas... creo que mi amigo salió de esa reunión sabiendo toda la verdad, incluyendo mi petición de que no lo despidieran porque luego de eso no solo habló con el resto para que siguiera mis instrucciones, sino que el mismo comenzó a darme sonrisas más sinceras y vino esa conversación que tanto estuve esperando.

• Tendré que renunciar para que tu puedas tomar el control me dijo...

A lo que respondí, ¡No puedes hacer eso! Si lo haces me sentiré como un villano y no vine aquí a eso, además yo te necesito en el equipo.

¿Para qué? preguntó él algo curioso.

¿No era obvio? a él se le da muy bien hacer todo ese trabajo administrativo que yo odio hacer, además el cliente me asigna muchas tareas simultáneas en tiempos casi imposibles de cumplir, si pierdo el tiempo con esas cuestiones administrativas todos le vamos a quedar mal al cliente y si necesitaba varios frentes de trabajo podría dejarle a cargo del otro grupo.

Le hice ver lo fundamental que era él en el equipo, luego de eso comencé a mezclar a los miembros con los que no había trabajado con los que sí y así volvió la armonía al grupo, de nuevo almuerzan todos juntos y hay sonrisas sinceras entre ellos, todos hacen los trabajos que les digo y estamos muy bien vistos con el cliente.

Puedo decir que todo el equipo se ha integrado sin que haya sido necesario usar la autoridad que tenía, con trabajo y respeto para con cada uno de ellos, cuando los miro así y miro el estado en que están todas las cosas se que realmente hay un Dios y que ha sido muy bueno conmigo para permitirme ver lo aparentemente imposible hecho posible.

Ahora estamos juntos, ahora somos más fuertes, ya no es ese grupo que estaba dando problemas a la empresa con el cliente sino el equipo que está resolviendo los problemas más difíciles en los sistemas, el equipo que está recuperando todos los sistemas de la planta y que los demás miran con respeto. Y si quieres felicitarme por haber hecho algo te diré que no fui yo, no merezco ni una pizca de crédito por ello, solo me detuve a mirar y esperar que Dios actuara, esa es la verdad de toda esta historia. La gloria sea de Dios entonces.!

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Si sientes que a esta historia le falta el principio es porque no has leído la Primera parte

Gracias por dedicar tiempo a leer mi historia, que Dios te de mucha salud y bendiciones.!