Una nueva historia para mi diario: Mi sopa y yo.

Esta narrativa corresponde al día lunes 26-08-2024, mi única actividad del día: "comer sopa", tal vez suene como algo difícil de creer pero es la verdad, como también es cierto que es mucho más de lo que hice el día anterior.

Es sorprendente como uno puede reflexionar tanto mirando una taza de sopa, de hecho casi nunca me pongo a "conversar con mi comida" pero esta ocasión fue diferente a todas las veces anteriores porque a pesar de llevar 2 días sin comer o beber nada realmente intentaba obligarme a mí mismo por el bien de mi salud física a que esa sopa literalmente me salvaría la vida.

Antes de que me tildes de loco por todo lo dicho y te marches quisiera me des la oportunidad de ponerte en contexto con lo que estaba ocurriendo.

Se suponía que el sábado anterior (2 días antes) sería un día interesante, llevaba más de un mes esperando por el meetup que se realizaría ese día y el único obstáculo que faltaba superar era que ese día no tuviese que trabajar para poder asistir al encuentro con mis amigos de Steemit.

El viernes en la tarde confirmaron que habría que trabajar el sábado, así que era imposible asistir al meetup lo cual seguramente me hubiera evitado muchos males que estaban por venir.

Sí, un compañero irresponsable fue a trabajar con virus de gripe, a pesar de todas las advertencias hechas sus irresponsabilidad no disminuyó y al final el sábado en la tarde tuve que abandonar la planta porque ya estaba infectado y tenía dolor y debilidad en todo el cuerpo, tuve que salir del trabajo antes que terminase la jornada por lo mal que me sentía.

Ahora sufriría una de las consecuencias de estar solo, al llegar a casa me acosté y luego ya no me pude levantar más, mi teléfono estaba descargado pero si intentaba levantarme de la cama me sentía mareado y me daban escalofríos así que no pude levantarme por 24 horas.

Es la diferencia entre estar solo o no, si mi esposa o algún familiar estuviese conmigo lo hubiera notado y seguramente hubiéramos atacado la enfermedad a tiempo, pero en esa condición no tomaba nada y lo que hacía era debilitarme por no poder levantarme a preparar alimentos ni comer por falta de apetito mientras la enfermedad se hacía más fuerte.

Así que pasadas las 24 horas en cama como pude me levanté pero fueron solo 10 minutos para poner a cargar el teléfono y enviar un mensaje a mi esposa que ya estaba preocupada por no saber de mi. Luego me volvía a acostar y no pude levantarme hasta la mañana del lunes.

Por suerte mi teléfono ya estaba cargado así que pedí auxilio a la empresa que ya extrañaban mi presencia en el trabajo, no tardaron en aparecer con medicamentos, pero yo sabía que hace más de 48 horas no comía nada y mi estómago no estaba en condiciones de tomar esos medicamentos, pedí me trajeran un jugo pero parece que se les olvidó y solo trajeron medicamentos.

No quería molestar de nuevo, pensé que si me tomaba el medicamento recuperaría un poco más de fuerza para prepararme algo que pudiese comer, me tomé una pastilla de azitromicina, grave error.

No pasaron 10 min, cuando me vino una aparente diarrea, ni siquiera sabía que hubiera en mi estomago algo pero nadie puede negarse a ese llamado así que fui a la cita, al salir del baño estaba mucho más débil, me comenzaron a dar nauseas y ganas de vomitar, pronto estaba en cama mareado y poniéndome frío, seguro se me había bajado la tensión, sentí que había llegado a mi fin pero recordé a mis niñas y traté de controlar todo aquello que me estaba dando lo cual pude hacer con la ayuda de Dios.

Luego si pude llegar hasta la cocina pero cualquier intento por comer algo sólido fue en vano, todo lo que entraba a mi paladar sabía horrible, no podía tragar nada sin embargo era obvio que no podía seguir tomando medicamentos con el estomago vacío.

Me acordé de un viejo amigo que tiene un restaurante y le escribí por ayuda, ya sabía que no pasaría nada sólido así que le pedí que me trajese sopa y jugo, el acudió muy rápido en mi auxilio así que ahí estaba yo frente a mi sopa.

Para alguien que tenía el estomago vacío no debería ser tan difícil comerse una sopa, pero esa condenada enfermedad te puede matar haciendo que odies tu medicina. Así que tragar incluso aquella sopa se convertía en un asunto difícil.

Es porque pasé casi una hora para tomarme solo un poco, una hora reflexionando en que eso que tenía frente a mi podía hacer la diferencia entre estar sano para volver a reunirme con mis hijas y esposa o complicar las cosas si me negaba a tomarla.

Mi esposa, ¡que falta me hace!, entre sorbos y reflexiones me fui tomando buena parte de aquella sopa.

No pude tomarla toda debo confesar, pero mi amigo se apareció unas horas después con algunos líquidos que me ayudaron a recuperar más fuerza, es extraño pero parece que sin importar en que condición esté nunca diré que no a un líquido dulce.

Se que ese refresco no debió venir ahí pero tampoco es que mi amigo sea doctor así que recibí todo con agradecimiento.

No volvía a comer por las siguientes 24 horas pero si que tomé mucho jugo, hoy puedo decir que estoy 90% recuperado, ya tengo apetito y como las cosas como es habitualmente.

Al final siempre es bueno tener amigos, en el momento que estuve incomunicado realmente estuve solo y fueron las peores horas de mi estadía aquí, pero no te preocupes, ya lo malo pasó. Estoy bien.

Todas las fotos son de mi autoría.