CARTAS DE AMOR : Para; A la sutil inmensidad intangibles .
A la sutil inmensidad intangible...
Hola, que tal, te confieso que el simple hecho de escribirte me condujo a la bitácora de nuestras vidas. A principio sentí miedo, no sabía cómo empezar y de verdad, hace mucho tiempo consideraba hacerlo y fue hasta hoy que me decidí por auspicio de una amiga de la plataforma de Steemit de nombre @alanasteemit La cual es moderadora de la comunidad @Colombia-Original ecosistema de blogueros donde convergemos los hacedores de contenidos creativo en cadenas de Blockchain que con su fervor y estilo único me motivo, cosa que agradezco.
Sabes que en el transcurrir de todo este tiempo te extrañado mucho, la verdad todos te extrañamos, incluso tu viaja, la india Blanca. No quiero herirte con esta confesión, todavía se apoya en el ventanal de la sala esperando visualizar tu celaje.
Son casi 17 julios sin poder vernos, una forma de decirte los años de ausencia. No pienses que te reprocho, que te regaño, se, lo siento en mi alma que también sufres.
Hay Tanto que decir, incontables vivencias inexplicables, de tus amigos, poco o nada que comentar, desde tu adiós jamás lo hemos vuelto a ver, la gente de farra de fin de semana, siguen igual, claro la calidad de las bebidas han cambiado, ya no tienen un buen pitcher, ¡BROMEO!, de vez en cuando me comentan que algunos hacen referencias de tu palpitante alegría y tus chiste inigualables, te recuerdan como el alma de la fiesta.
En mis reflexiones profundas y resistiendo el naufragio de las emociones evitando a toda costa naufragar en la culpa. Quiero y desde la esencia misma de la vida pedirte disculpa, me falto coraje para defenderte de los abusos, nos vimos encerrados en una violencia domestica que apenas logramos escapar, 45 años y todavía quedan sedimentos de recuerdos ingratos.
Una cosa más quiero añadir de la etapa difícil de la niñez, si alguna vez concebiste que estabas solo, NO era así, cuando tu llorabas yo lloraba contigo, es un secreto entre Dios, la india blanca y yo, perdóname porque también sentí miedo.
Este aparte debe empezar por lo alto, cada palabra te las consagro, para revivir la memoria de quienes tuvimos la dicha de compartir bajo la envoltura de la arboleda de mamòn, era el lugar perfecto para la imaginación. También te hago apología del playón de arena fina, el alcaraván y las garzas comiendo pececitos del contaminado afluente su ribera con sus anchas repleta de fauna y vegetación el riachuelo San Rafael frente a la casita de San Simón, fueron indudablemente momentos grandiosos, erigido por nosotros, una venerable y sana inventiva apoyada irrestrictamente con las anuencias de mamá vieja la india blanca.
Hermano una vez recordando aquellos lugares que nos despojaban de la realidad se me vino la ocurrencia en dedicarte un dibujo, testificando aquel carrito de latón y madera un volante de tubos amarrados con alambre y los neumáticos de latas llenos de arena mojada para conseguir estabilidad, una vez acabado nos faltaba algo, un valiente piloto. Y tú, como siempre valiente y decidido emprendiste el osado pilotaje en aquella empinada bajada alcanzando una soñada velocidad sin nada que envidiar a los carritos de fábricas. Majestuosas y mágicas cosas que debemos de estar negado al olvido, allá a donde estés habla de estas vidas con afán de repetirlas.
No quisiera despedirme pero ha llegado la hora, te prometo, seguiré cuidando a la vieja e intentare por todas las vías seguir apoyando a los nuestros, en la próxima carta te hablare de tu hija que hoy ya es toda una mujer estudiando en la universidad de Oriente 7ª semestre de enfermería además te chismeare que tienes un nieto, una celebridad para la familia, sin duda lleva tu sangre por las venas.. Hasta pronto hermano.
Las gráficas utilizadas son inéditas captadas por el lente de un móvil ALCATEL, otras de archivo en resguardo de la familia. Además se hizo una diapositiva en World utilizando el formato PowerPoint como fondo una imagen gratis de Pixabay.
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Me quedé sin palabras, ahora soy yo la que no sabe como empezar para dejarte un comentario.
Creo que lo primero que haré es agradecerte:
Por participar
Por abrir tu mente y tu corazón a escribir estas líneas
Por enviar amor por medio de tu escrito
Por escribir de una manera tan elocuente
Por enviar chismecitos llenos de encanto
y por la promesa de una nueva carta.
Gracias
Me quedé sin palabras, ahora soy yo la que no sabe como empezar para dejarte un comentario.
Creo que lo primero que haré es agradecerte:
Por participar
Por abrir tu mente y tu corazón a escribir estas líneas
Por enviar amor por medio de tu escrito
Por escribir de una manera tan elocuente
Por enviar chismecitos llenos de encanto
y por la promesa de una nueva carta.
Gracias