Desde niña he sido un tanto floja (más bien bastante) para hacer deportes y no porque no me gusten, sino que no me siento cómoda practicándolos ni tengo la destreza para ellos. Incluso, confieso públicamente que cuando estaba en el colegio, cada vez que teníamos educación física se hacía un juego de cualquier deporte para finalizar la clase, por lo que yo encontraba la manera de escapar de ahí solo para no jugar.

Por el contrario, desde los 3 años he practicado danzas y aunque fue decisión de mi mamá inscribirme para distraerme como un hobby, aún hoy a los 23 años los practico y no hay nada que me guste más hacer.

He estado en 5 academias de danza y todas son conocidas por ser integrales y enseñar distintos estilos, por ello puedo decir que sé de danza contemporánea, latina, urbana, árabe, nacionalista, flamenco y ballet. Siendo las últimas 3 las que más me gustan y en las que suelo destacar.

También he tenido la oportunidad de practicar y disfrutar del yoga por un buen tiempo. Es una excelente actividad para la mente y el cuerpo, además de que los ejercicios son un gran complemento para lograr una mayor estabilidad y flexibilidad para mejorar la técnica en la danza.

Me encanta lo que hago y poder compartir lo que sé y lo que hago con los demás, así como también ver de lo que disfrutan los demás hacer.