A pesar de que me acosté tarde y me levanté temprano, me sentí super bien de ver cómo pude aprovechar más el tiempo. Me tocó salir antes de mediodía, no podía quedarme sin mi café y el azúcar, productos de primera necesidad para mí despensa.

Mi hijo ya había adelantado el almuerzo, deliciosisimo por cierto, con un puré de papas riquísimo al que le puse mantequilla y queso blanco rallado. Siempre trato de invertir mis recompensas en una comida que nos sustente, gracias a Dios contamos con este ingreso que es escribir en Steemit.

#thediarygame ha sido de un gran apoyo para nuestra economía, además del relax que nos produce el contar nuestras experiencias diarias y ser apoyados, eso, es una gran bendición en estos tiempos tan difíciles, sobre todo en Venezuela.

Cuando iba para el abasto caminando, pude ver los destrozos que hizo la tormenta ayer. Árboles grandes, cercas, paredones, todos caídos. Fue muy fuerte el impacto, de solo pensar si hubiera estado en la calle, me vuelve a dar susto.

Fregué los platos y ordené la cocina. Hice mi cafecito de la tarde. Y de día soleado, pasamos a día oscuro con algo de brisa otra vez. Me dio susto y le pedí mucho a Dios que no fuera como la brisa de ayer. Las matitas revivieron con la lluvia de ayer....la de albahaca se veía linda con sus flores blancas.

Llegó la noche, rápido como siempre, sin derecho a sorprendernos y tocó hacer la cena. Mayor sorpresa cuando, había montado las arepas en el budare, se terminó el gas.

Respiré profundo para no tener malos pensamientos en contra de quienes nos tienen en esta situación de deterioro personal, pues, tengo casi dos meses buscando la bombona de repuesto para no quedarme sin este servicio vital y, me ha sido imposible obtenerla, algo tan básico y necesario también es una misión imposible.

El servicio de gas doméstico en Venezuela, como todos los servicios vitales y esenciales, es una odisea conseguirlo. La vida en mi país es tan ruda, y nosotros aguantamos tanto quizás por la sobre vivencia pero, ciertamente que tenemos una calidad de vida demasiado devaluada con respecto a otros países.

En fín, le pedí el favor a mi hermana que vive en la planta baja, que me dejara terminar de cocinar las arepas. Mañana será otro día y veré que podemos resolver. Mi hijo me llamó a la calma y me dijo que me tranquilizara, que mañana resolveríamos algo.

Cenamos y luego me fuí a la pc a trabajar un rato. Llegó la medianoche y el sueño con ella, me voy a dormir, mañana seguimos conversando en nuestro último día de esta segunda etapa. Quien sabe si habrá alguna otra, debo preguntarle al equipo @steemitblog a ver que se perfila para este nuevo tiempo.

Sabes que te quiero inmensamente, eres mi compañero de confidencias, te abrazo y te deseo una feliz noche, mi querido Diario.