Para esta semana donde el protagonista es el cartón quise recrear un pesebre, uno de los símbolos más significativos de la Navidad donde se representa el nacimiento de nuestro señor Jesucristo.

Cuando estaba pequeña recuerdo que solíamos pasar la navidad y el año nuevo en casa de mi madrina, quien coleccionaba pesebres; desde los más elegantes elaborados en cristalería fina, hasta los más sencillos elaborados con cartón o algún otro material reciclable, acordándome de aquellas bellas obras que apreciaba con mucha curiosidad, como toda niña, me animé a elaborar mi propio pesebre.

Lo primero fue dibujar en las hojas de papel las piezas que lo conformarían. Empecé dándole forma a la mula, la cual consta de dos piezas, el cuerpo y las patas delanteras.

Siguió el buey, un poco más pequeño que la mula y sin patas, formado por el cuerpo y la parte trasera, simulando que el animal está echado.

Luego dibujé la silueta de la virgen María y San José, las cuales constan de la parte frontal y una segunda parte en forma de arco para darle soporte al cuerpo.

De igual forma dibujé las partes que conformarían la imágen de el niño Jesús y el portal junto a la estrella de Belén.