Blanco Mortal: Un veneno Llamado la Leche

Durante muchos años, la industria de los alimentos nos ha engañado con productos que supuestamente son buenos para la salud, cuando en realidad nos están dañando y enfermándonos muy lentamente.

¿Enfermándonos? Sí, y les diré el primer ejemplo de esta serie relacionada con la salud y lo que estamos comiendo.

La leche es un magnífico ejemplo, pues es vendida como algo celestial, que promueve el desarrollo infantil y fortalece los huesos. De hecho, casi afirman que, beber leche, es como tener una experiencia religiosa, cuando en realidad, hay estudios que afirman que este "alimento" contribuye al sobrepeso y la imposibilidad de controlar de la diabetes.

Aunque nos la venden como saludable, y en la publicidad aparece un niño celebrando su bigote de leche, es alta en carbohidratos debido a la lactosa, un azúcar altamente adictivo que se mezcla con otras sustancias como la caseína, un opiáceo que produce efectos similares a la heroína, la morfina o la codeína, y la galactosa, que aumenta el dulzor de la leche para aumentar su adicción. También tiene otros componentes, como las grasas, entre otros, pero este, mis queridos lectores invisibles, no es un estudio científico.

Esta adicción es la razón por la cual muchas personas no pueden dejar de consumir leche. Incluso, en publicaciones como el de la revista médica British Medical Journal (ahora BMJ), se han abordado estos temas, mostrando la importancia de cuestionar lo que nos venden como beneficioso para la salud.

_{No todo lo que es blanco, representa la pureza
Imagen obtenida de Pixabay}

A continuación, escribiré algunos de los problemas principales ocasionados por el consumo de leche; Obviamente, no estoy diciendo que tomarse un capuchino, producirá estos efectos, sino que hablo del consumo excesivo de este producto, un consumo que nos han hecho creer, por medio de la publicidad, que es lo mejor de lo mejor para mantener la buena salud.

Quédate leyendo y te cuento el resultado de mis investigaciones y que he corroborado con mi propia experiencia, no sin antes decirte que, la leche materna es para los bebés hasta cierta edad, y la leche de vaca, es para los terneros, no para el ser humano.

1.- Intolerancia a la lactosa: Muchas personas no producen suficiente lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa, el azúcar de la leche, causando síntomas como hinchazón, gases, diarrea y malestar estomacal.

He escuchado a mucha gente decir: "La leche me ayuda con el estreñimiento", cuando en realidad, es una acción desesperada por el cuerpo de sacar lo que le está haciendo daño.

2.- Alergias: Especialmente en niños, la alergia a las proteínas de la leche de vaca puede provocar reacciones alérgicas graves, que incluyen urticaria, vómitos, diarrea y, en casos extremos, anafilaxia, una reacción alérgica a cualquier cosa.

3.- Problemas digestivos: Además de la intolerancia a la lactosa, algunas personas pueden experimentar problemas digestivos debido a la proteína caseína, presente en la leche, y de la cual hablamos anteriormente.

4.- Riesgo de acné: Algunos estudios sugieren que el consumo de leche puede producir y hasta empeorar el acné en algunas personas, posiblemente debido a las hormonas presentes en la leche.

5.- Aumento de peso: No todo lo que es blanco, debe considerarse puro, y la leche entera y algunos productos lácteos pueden ser altos en grasas saturadas y calorías, lo que puede contribuir al aumento de peso y la obesidad.

6.- Riesgo de cáncer: Aunque la evidencia no es concluyente para la industria alimenticia, algunos estudios han sugerido una posible asociación entre el consumo elevado de productos lácteos y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de próstata y el cáncer de ovario. No obstante, cabe destacar que el cáncer, se alimenta de azúcares, y en la leche, estána presentes.

7.- Problemas de absorción de nutrientes: Esta es una de mis partes favoritas por la cual, dejar de consumir leche entera, pasteurizada, homogeneizada, y todo lo que termine en "zada", es crucial. El consumo excesivo de calcio de fuentes lácteas, puede interferir con la absorción de otros minerales esenciales, como el hierro y el zinc.

8.- Problemas óseos: Contrario a la creencia popular, algunos estudios han sugerido que el alto consumo de leche no necesariamente previene las fracturas óseas y, en algunos casos, puede estar asociado con un mayor riesgo de osteoporosis.

¿Recuerdas que para tener huesos sanos y fuertes hay que consumir calcio o leche por el calcio que contiene?

Es una de las mentiras más grandes que nos han hecho creer, y aquí te lo demuestro con números, porque, son mucho mejores los productos derivados y fermentados que los originales, por llamarlos de alguna manera.

Por ejemplo, tomemos, como ejemplo, el calcio existente por cada 100 gramos:

La leche contiene 120 mg de calcio por 100 ml, pero el Yogur contiene entre 120-180 mg de calcio por cada 100 g. En este caso, es mejor el yogur que la leche para la obtención de calcio. En la mantequilla, encontraremos, por cada 100 gramos, 24 mg de calcio, y no es significativa su biodisponibilidad. Pero en el queso, que no es otra cosa que leche fermentada, encontramos que, por cada 100 gramos, obtendremos entre 500 y 700 mg de calcio, si hablamos del queso mozarella o el cheddar, siendo el producto con mayor biodisponibilidad de los anteriormente mencionados.

_{Imagen obtenida en Pixabay y editada en Canva}

En conclusión:

Las vacas no dan leche, sino que se las arrebatan, para vendérnosla como el mejor producto de todos e imprescindible para la salud. Produce más daño en el organismo que beneficios, y es un producto que puede servir para sobrevivir, pero no para tener una vida larga y saludable, y menos con el montón de químicos que le agregan para su alargada preservación en un envase.