Acá les traigo novedades de la vida misma, en tiempo real, de lo que ocurre por acá. En ningún otro canal verán esta información.

Quédese y vea de lo que le hablo.

Pasan los días y pasan, y lo único que veo es mi pared, mi pared, y pienso: "Tendría que pintarla. ¿Pero pintarla, y si se cae la pintura por una falla?" Entonces, esa pregunta me la hago a diario. Así pasan los días y días.

La cuestión es que no salgo para casi absolutamente nada. Vivo completamente aislado, solo. No sé lo que pasa en el vecindario, no sé lo que pasa en el país, no sé lo que pasa en el mundo, solo lo que las redes sociales me muestran, que es información de mi preferencia y nada de noticias actuales. He visto que estar muy al tanto de todo lo que ocurre en el mundo es un daño para mí, por eso decidí vivir así por ahora, y eso cada día me da más fuerza, más aguante, más resistencia.

Me levanto, leo un texto de la Biblia, oro a mi Dios, veo qué hay en Steemit y luego busco maneras de ser mejor y descubrir lo que está muy atascado en el alma, para sacar toda la miseria de dentro y poder recrear mi vida en un nuevo capítulo lleno de cosas buenas. Así, cuando esté preparado, saldré al mundo a dar lo mejor a los demás y llenarlo de bondad y cariño. Hay tanta gente que está mal y necesita una palabra de cariño y afecto. En ese tren vamos, y deseo que pronto termine mi preparación, porque hay que ser muy fuerte para soportar los desprecios humanos. Ahí es donde me estoy llenando de recursos para que la indiferencia humana no decline mis esfuerzos de levantar al caído. Muchos lo apreciarán y otros lo despreciarán, pero no hay que dejar pasar la vida sin ser una buena herramienta en las manos de Dios.

Así que esta es mi historia de vida. Más detalles serán los que se escribirán en el porvenir. Benditos sean los escogidos de Dios.