(esp)

Escena caótica

En una tranquila tarde de otoño, en la casa de Richard, un inesperado problema irrumpió en su rutina. Un estruendo sorprendente provenía del baño, y al acercarse Richard, se encontró con una escena caótica. Una de las canillas del lavamanos había sufrido un desperfecto, y el agua se derramaba a presión, creando una cascada que amenazaba con inundar el lugar.

Sin perder un segundo, actuó con rapidez y determinación. Sabía que debía detener esa inundación en potencia antes de que causara estragos en su hogar. Corrió a cortar el servicio de agua de la casa, apaciguando la furia del líquido desbocado.

Luego de un suspiro de alivio, se sumergió en la tarea de evaluar el problema. Al inspeccionar las canillas del baño, llegó a la conclusión de que era hora de un cambio completo. Las canillas del lavamanos, la poceta y la ducha requerían ser reemplazadas. Afortunadamente, en su alacena guardaba una colección de canillas de diferentes medidas, un tesoro de repuestos que había acumulado con el tiempo.

Con las canillas seleccionadas y el resto de los materiales necesarios dispuestos, los coloco en una esquina del baño, se sentía listo para embarcarse en su tarea de fontanero improvisado. La satisfacción de saber que podría resolver el problema por sí mismo llenó su corazón de determinación.

A medida que comenzaba a sustituir cada una de las canillas, se sumía en su labor con dedicación y paciencia. A pesar de los desafíos técnicos que surgían, aquel sonido aterrador del agua poco a poco se transformó en el sonido de un trabajo bien hecho. Al final del día, el baño lucía como nuevo, y en su rostro se reflejaba una sonrisa, orgulloso de su habilidad para superar cualquier obstáculo que en su hogar se le presentara.