la reina peligrosa

images (3).jpeg
Source

Nathasha siempre había sido una mujer de inmenso poder y belleza. Como reina de un vasto reino, gobernaba con mano de hierro, infundiendo miedo en los corazones de todos aquellos que osaban cruzarse en su camino. Pero pocos sabían lo verdaderamente peligrosa que era.

Detrás de puertas cerradas, Nathasha se entregaba a la magia negra y a los placeres retorcidos, disfrutando enormemente infligiendo dolor y sufrimiento a aquellos que la disgustaban. Sus seguidores leales susurraban en tono bajo acerca de sus poderes demoníacos, afirmando que era capaz de manipular la realidad misma para satisfacer sus propios deseos retorcidos.

Con el tiempo, la crueldad de Nathasha parecía sólo crecer. Ordenaba la ejecución de personas inocentes sin pensarlo dos veces, deleitándose en los gritos de agonía que resonaban por los pasillos del castillo. Sus súbditos vivían en constante temor a su ira, sin saber cuándo podrían convertirse en la próxima víctima de sus caprichos mortales.

Pero a pesar de todo esto, Nathasha seguía siendo un enigma. Nadie sabía de dónde había venido o cómo había obtenido un poder tan increíble. Algunos susurraban que había hecho un pacto con un demonio, vendiendo su alma por la capacidad de gobernar con mano de hierro. Otros afirmaban que simplemente había nacido con una oscuridad dentro de ella que nunca podría ser completamente saciada.

Una cosa era segura, sin embargo. Mientras Nathasha siguiera en el trono, el reino nunca conocería la paz ni la prosperidad. Su reinado de terror continuaría, dejando a su paso una estela de destrucción y miseria.