Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #27" / La mujer del bar

in WORLD OF XPILAR3 years ago (edited)

Saludos, amigos de Steemit.

Con esta publicación participo en el Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #27 que lleva a cabo el compañero @adeljose, con el apoyo de #worldofpilar.

Espero les agrade.


#Foto mujer.jpgFuente

La mujer del bar

Cuando la mujer comenzó a contarme quién era su familia retrocedí levemente. Su juventud y su belleza me aplastaban, pero no estaba dispuesto a arriesgarme por aquella rubia intrigante y peligrosa. Muchas veces me pregunté por qué se me acercó esa noche en la barra.

Había a mi lado hombres de su edad, muy guapos, con quien pudo establecer relación rápidamente si lo deseara. Pero se sentó a mi lado e inició la conversación sobre mi copa de Campari. “La mayoría de los hombres que conozco solo toman cerveza o whisky”, dijo relajada.

Esbocé una leve sonrisa porque solo quería disfrutar mi bebida mientras pensaba en el último relato del libro que estaba escribiendo. No obstante, para no parecer un viejo antipático le expliqué vagamente algunas cosas sobre mi trago de Campari. Para no aburrirla tan rápido, le resumí que era de bajo grado alcohólico, originaria de Italia, hecha con frutas, hierbas, plantas aromáticas y algunas amargas, de ahí que tenga un extraño, pero delicioso sabor.

Ella parecía interesarse en mi conversación, aunque −mediante el gran espejo al frente de la barra− no dejaba de mirar a dos hombres sentados al fondo del salón. Hecho el loco, también los miré: no hablaban entre sí, no ingerían licor sino refrescos.

“Te brindo un trago de esos”, me dijo ella con ojos coquetos, viendo hacia el espejo. Yo le agradecí el ofrecimiento pero le aclaré que no estaba acostumbrado a que una dama me regalara tragos. Ella insistió, agregando que los tiempos cambian y que ahora eso es lo más normal. Me volví a negar muy caballerosamente pero ella, con el tono algo subido, dijo: “¿Acaso no sabes quién soy? ¡A mí nadie me niega nada!”

Sorprendido con aquellas palabras, con los vellos erizados en los brazos, sentí temor y enseguida pensé que aquellos hombres la custodiaban o la perseguían. Sin embargo, le dije que no había necesidad de subir el tono, que no tenía idea de quién era ella, pues nunca la había visto. Le aclaré que no quería problemas, que solo quería tomarme mi trago tranquilo, a lo que ella respondió, coqueta: “Tranquilo, viejo, mientras estés conmigo no va a pasarte nada”. Eso me asustó más.

Quería salir de allí pero presentía que levantarme e irme de aquel lugar empeoraría todo. Ella no se movía del asiento. Le ordenó al barman que repitiera mi trago y para ella pidió una cerveza que tomó muy rápidamente. “¿Quién diablos es esta mujer?” me pregunté. Yo solo había ido allí porque mi cuento se desarrollaba en un bar y necesitaba detalles de la ambientación de ese lugar. Nunca imaginé que terminaría siendo personaje dentro de mi propio relato.

“¿De verdad no sabes quién soy?”, inquirió. Respondí moviendo de un lado a otro la cabeza. Ella río a carcajadas intentando dar la impresión de que se estaba divirtiendo conmigo y luego me contó al oído que era la hija de El Caimán, el delincuente más peligroso y poderoso de la ciudad.

Todo mi cuerpo tembló. No quería verme involucrado en nada de eso. Pensé rápidamente en cómo librarme de aquella mujer, sin embargo la bulla del lugar no me dejaba concentrar. Empecé a descomponerme completamente y me cuentan que me desplomé desde lo alto de la banqueta. Caí largo a largo y abrí los ojos dentro de la ambulancia. Para algo me habían servido tantos años de haber hecho teatro.

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Sort:  

Un cuento dentro de otro cuento que puede estar dentro de otro cuento magnífico, @alidamaria, como el caleidoscopio de tu mirada.
Gracias por el momento de disfrute. Suerte en el concurso.

Agradezco con todo mi ser tus palabras, @oacevedo, cargadas de amabilidad y cariño.
Te mando un abrazo muy fuerte.

¡Exquisito cuento y sorprendente final! Sentí estar en un deja vu cuando leí:

“Te brindo un trago de esos”, me dijo ella con ojos coquetos, viendo hacia el espejo. Yo le agradecí el ofrecimiento pero le aclaré que no estaba acostumbrado a que una dama me regalara tragos. Ella insistió, agregando que los tiempos cambian y que ahora eso es lo más normal. Me volví a negar muy caballerosamente pero ella, con el tono algo subido, dijo: “¿Acaso no sabes quién soy? ¡A mí nadie me niega nada!”

Su última oración me hizo recordar de forma inmediata a una colega de la universidad: Beatriz Serrano.

Para algo me habían servido tantos años de haber hecho teatro.

Cada vez quedo más encantado con sus historias. Es un gustazo que no dejare de darme mientras pueda. ¡Salud y vida, mi estimada @alidamaria!

Me alegra el día encontrar de nuevo en mi blog tu exquisita presencia, @gythanobonfak.
Ahora que estás de vuelta en esta plataforma estaré pendiente de leer tus hermosas publicaciones.
Contenta por tu siempre grata visita, te saludo con gran afecto.

 3 years ago 

Saludos amiga @alidamaria

Interesante historia donde un hombre en su necesidad de recrear algunos momentos en el bar para complementar la historia que escribía, se encontró con una mujer que le haría cambar la situación en ese lugar terminando desmayado en una ambulancia.

Gracias por su entrada al concurso.

Participante #3

Gracias a ti, @adeljose, por mantener abierto este espacio donde podemos ejercitar nuestra escritura y leer maravillosas historias. Saludos.

A good story with a better ending.