Estuve ausente un par de semana por problema de salud pero ya estoy mejor gracias a mi Dios.

Los extrañé muchísimo, deseaba poder compartiles muchas cosas nuevas, pero no pude hacerlo durante ese tiempo.

Mi historia esta basada en una experiencia maravillosa que viví este fin de semana.

De camino a casa encontre por la calle una pequeña mascota, era un perrito color negro, estaba muy delgado y lleno de pulgas, de paso tenía vomito, por sus síntomas deduje que tenía una gastritis. Le atendí rápidamente con algo para el vómito le preparé una sopita que le di con cucharilla.

El pobre no quería ni comer, pero bueno logre que me recibiera alguito y después me dispuse a bañarlo.

Le coloqué 2 veces champú porq verdaderamente estaba muy sucio.

A los días le di un desparacitante que le compre, le cayo super bien, le comencé a dar comida al día para que se terminara de recuperar.

Los resultados fueron muy positivos Black como cariñosamente le llamé estaba muy feliz y se recuperó satisfactoriamente.

Bueno al final le busqué un hogar porque no me podia quedar con el, una amiga muy querida llamada maga lo acepto para que formara parte de ella y ahora Black es muy feliz con su nueva ama.

Pienso que No hay mejor psiquiatra en la tierra que un cachorro lamiéndote la cara. Un perro es una sonrisa y una cola que se mueve alegremente... lo demás ¡No importa! Y me Sucede que cada vez que pierdo un perro, se lleva un pedazo de mi corazón con él. Y cada perro que entra en mi vida me regala un trozo del suyo. Si logro vivir lo suficiente, todas las partes de mi corazón serán de perro y llegaré a ser tan generoso y bueno como lo son ellos por eso mi meta en la vida es ser tan buena persona como mi perro ya cree que soy.