El verano pasado fui de pesca con mi padre en un río llamado "La Florida" en Venezuela, al llegar al lugar donde nos estableceríamos, nos dimos cuenta que se nos había olvidado las tijeras; mi padre fue a la camioneta a buscarla y yo me quedé esperando.

Me recosté sobre un árbol a mirar las ramas, sus ramificaciones y sus colores, es grandioso. Cerré los ojos para escuchar los sonidos de las aves, pero escuché uno extraño cerca de dónde estaba y me levanté a buscar de dónde venía.

En el fondo de un gran pasillo de árboles, se encontraba uno inmenso ahuecado, con una forma similar a una puerta. Entre la intriga y miedo, me asomé a lo interno del árbol.

Una nube de polvo oscurecía el paisaje, se escuchaban llantos y al mismo tiempo detonaciones cada segundo. Vi una lluvia de cometas, pero luego me di cuenta que eran aviones nucleares que arropaban el cielo, destruyendo ciudades y bosques.

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Parecían soldados, pero eran robots programados para la guerra, manipulados por aparatos extraños que con medio de antenas gigantes, los robots hacían todo lo que el humano quisiera; otros intentando inhabilitar esas señales, era la guerra cibernética.

Vi pocos humanos y los que vi, tenían cascos, como esos que se colocan los buzos. Vi como ellos destruían las tiendas "Oxygen recharge", no sé el inglés, pero luego me di cuenta que se trataba de que el aire estaba contaminado.

En los lugares del planeta donde era de noche, la temperatura llegaba a muchos grados bajo cero, y donde era de día, la temperatura era infernal. Personas deformadas, animales extraños, los ríos secos y los bosques desolados. La esterilización masiva había provocado deformación en niños que sí pudieron nacer, pero ya se veían ancianos con brazos cortos o caras tumorales.

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Estaba horrorizado con lo que estaba viendo y una muchacha me miró, se quitó su casco desesperada, pidiendo oxígeno, veía como su cara cambiaba de color y ella torturada por la falta de oxígeno, hasta que en formas de ecos empieza a gritar mi nombre pidiéndome Auxilio, ya casi desvanecido, abro los ojos, era mi padre el que me llamaba por haberme quedado dormido, desperté llorando por aquella pesadilla.

Al terminar la tarde, luego de haber pescado, ya habíamos recogido todo y estábamos arrancando para volver a casa, al echar el último vistazo y en medio del silencio, escucho desde el bosque los mismos gritos de dolor al terminar mi sueño en aquel lugar, recordé aquella pesadilla y pensé:

"Tal vez este sueño signifique la realidad que se avecina".

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Saludos, queridos amigos. Esta es mi participación para el concurso "Creando Microrrelato Semana #6" promovido por @adeljose. Espero les guste mi microrrelato y mucha suerte a todos.