UNA IMAGEN, UNA HISTORIA.

in WORLD OF XPILAR5 months ago

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Fuente/Pixabay

Alicia y Elena disfrutaban dar paseos por la ciudad, ese día a pesar del aviso de tormenta decidieron salir como siempre. Ya era su costumbre ir a su lugar favorito a tomar una rica taza de café y conversar un buen rato de su semana. A veces no tenían mucho que decirse, pero el solo placer de sentarse un rato allí y mirar pasar a los transeúntes.

Disfrutaban de esos sencillos momentos que compartían. No habían dejado de mantenerse en contacto, a pesar de no vivir ahora tan cerca una de la otra.

La lluvia no era abundante pero alejaba un poco a las personas en sus paseos. Parecía que los transeúntes nunca les agrada mojarse, pero algunos habían tomado la precaución de salir con paraguas.

Esa tarde nos atrevimos acompañar con un croissant relleno de chocolate nuestra taza de café, una debilidad que me permitía de vez en cuando.

Alicia estaba muy feliz había conocido a alguien muy especial y se habían hechos novios. Y esa era la noticia que estaba loca por darle a su amiga. La verdad debí notarlo cuando se acerco con su motocicleta se veía feliz y radiante. Nos quedamos allí en nuestra larga charla de amigas de toda la vida. Nuestros trabajos aburridos pero que nos permitían mantenernos en Europa. La parte dura era estar alejadas de nuestras familias en Venezuela, era ser migrantes.

Pero a pesar de todo, poco a poco habían logrado mantenerse y lograr buenos trabajos que le permitían subsistir y ayudar a otros amigos venezolanos cuando entraban en el país. Los ayudaban brindándoles apoyo, siempre venían recomendados por la amiga de una amiga. Algo muy típico que se había vuelto una costumbre el siempre ayudar a otros. Bueno la realidad es que así se veían como venezolanas en su futuro.

Eso es algo que ellas aprendieron de sus padres, nunca abandonar a los amigos y brindarles una mano amiga. No es que ofrecieran muchas comodidades pero contaban con el espacio y las ganas de ayudar, que era lo importante. No vinieron para hacerse millonarias, solo alejarse de las limitaciones políticas y económicas que ocurrían en su país.

Todo se había vuelto un aprendizaje para ellas y se habían ayudado mutuamente, era bueno que ahora contaran con recursos para ayudar a otros.

Poco a poco adaptaron las costumbres de la ciudad donde vivían, acudir a los cafés al aire libre a conversar sin importarle mucho la gente alrededor. Una ciudad que nunca paraba de tener gente en sus calles y llenar los puestos de comida disfrutando del ambiente.

Todavía les costaba un poco eso de las estaciones, siempre lo conversaban que eso no se veía en su país, allá solo tenían verano e invierno, una época seca y una época lluviosa era lo que se veía siempre venir. Con algunas mejorías de clima fresco en la época de navidad. Ellas seguían anhelando poder volver a su Venezuela.

La lluvia ceso en un instante y los rayos se colaron por las calles secando todo rápidamente. Era el momento de ir cada quien a su casa. Porqué mañana, será una nueva jornada de trabajo.

Nunca perdieron la fe, ni el amor por su hermoso país.

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Esta es mi participación en el concurso que lo coordina nuestra amiga @franyeligonzalez, brindándonos un espacio para crear contenido: UNA IMAGEN, UNA HISTORIA

Invitando a participar: @esthersanchez @quiaratiby

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¡Gracias por tu visita!


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Hola querida amiga, muchas gracias por tu entrada, ser migrante no es fácil aunque muchas personas piensen que sí, pero nada más lejos de la realidad jejeje, y siempre llevaremos en nuestra mente y corazón a nuestro país y nuestra gente, pero bueno, si queremos mejoras y calidad de vida debemos seguir adelante y hacer cosas que no todos hacen. O por lo menos lo que cada quién considere pertinente para su avance.

Una linda historia con una bella reflexión, saludos!!🙂🌷