Realmente todo sucedió tan rápido que no nos dió tiempo ni aún de digerirlo desde este lado de la pantalla, sé que seguramente habrá mucho más que decir, mucho dolor implícito en cada frase pero de lo único que tenemos certeza es que tu amada esposa ahora descansa en los brazos de su Creador.
Ella peleó la batalla, guardó la fe y por lo demás le está reservada la corona de justicia la cual le dará el juez justo en aquél día... a todos los que esperamos también la segunda venida del Señor.

Es un testimonio grande, con mucho que enseñar, con demasiadisimo amor demostrado por ustedes cómo familia y sé que Dios ya de por sí tiene su recompensa por tanto!
Te abrazo y te bendigo mi hermano