La deixis
Ahora bien, para lograr captar el significado correcto de los mensajes, los hablantes tenemos que comprender qué son las deixis. De eso nos ocuparemos en adelante:
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Para efectos de este contenido, nos ocuparemos de los deícticos que se hacen presentes en las situaciones comunicativas orales. Es decir, en aquellas en las que se da la interacción entre hablante y oyente cara a cara.
Dicho esto, pasemos ahora a demarcar los tipos de deixis que se pueden dar en la comunicación oral:
Deixis personal: alude a las tres personas posibles mencionadas en la comunicación, sea en singular o en plural: yo (me, mi), tú (te, ti), él, ella (solo cuando señalan a una persona presente en la situación comunicativa); pronombres posesivos (mi, tu, su, nuestro, vuestro…)
Ejemplo: Los míos son los mejores. (Este pronombre personal es un deíctico, porque hace alusión a personas relacionadas con el hablante).
Ahora bien, como pueden ver, este enunciado está fuera de la situación comunicativa. En tal sentido, no podríamos decir a quién sustituye el deíctico "míos". Pudiera ser a unos estudiantes, a unos libros, a unos lentes, a unos libros; en fin, a algo que no está presente en el discurso.
Deixis espacial: Son, normalmente, adverbios de lugar (aquí, ahí, allí, allá, cerca, lejos…), pronombres demostrativos (ese, este, esos, aquel…)
Ejemplo: Allí están tus padres.
De acuerdo con este enunciado, se supone que hay una distancia física entre las personas que se comunican, y los padres del oyente.
Deixis temporal: Se expresa mediante adverbios, locuciones y sintagmas adverbiales de presente (hoy, ahora,…) de pasado (ayer, el mes pasado, hace poco…) o futuro (el mes próximo, dentro de poco…)
Ejemplo: Mañana te vienes con tu hermano.
Acá se puede reconocer con claridad el deíctico temporal "mañana".
En lo que respecta a la cortesía, podemos hablar de actos de habla corteses no corteses:
*Los corteses incluyen los actos expresivos (agradecimientos, felicitaciones, pésame, disculpas, cumplidos, saludos).
*Los actos de habla no corteses recogen los actos asertivos y los exhortativos (ruego, súplica, mandato, consejo, recomendación, instrucción, etc.).
Otro elemento digno de traer a colación, a propósito de la comunicación oral es la distancia social que existe entre dos interlocutores y, que se asocian con los términos poder y solidaridad.
Así, el poder supone una relación no recíproca entre dos personas, al menos, la no reciprocidad puede estar basada en muchas y muy diferentes realidades: la riqueza, la edad, la posición social, la fuerza física, la pertenencia o no a instituciones como la iglesia, el Estado o el ejército, el tipo de parentesco, entre otras.
De esta manera, se dan casos en los que un hablante se considera superior; y el oyente, inferior; manifestándose esta diferencia social en los tratamientos de TÚ hacia el inferior y de USTED hacia el superior (relación asimétrica).
Otros tratamientos que señalan estatus de poder son: usted, vosotros, ilustrísimo, Don…
Por otro lado, la solidaridad hace referencia a una relación simétrica entre personas de la misma edad, de la misma profesión o que viven en la misma comunidad. De este modo, el tratamiento también es simétrico y se manifiesta en la forma personal TÚ.
Ejemplo: Tú y yo para las que salgan.
Este es otro contenido lingüístico que puede servirnos para comunicarnos mejor en diversas situaciones comunicativas.