Las emociones: La llave o el obstáculo al éxito

Como ya les he mencionado en alguna anterior publicación, he aprendido y entendido muchas cosas de la vida por el simple hecho de hacer trading, y eso es algo totalmente indudable. De lo que quiero hablarles concretamente hoy es de una de esas cosas que aprendí en el trading, que también aplican a la vida: El manejo de las propias emociones.

Cuando empecé a hacer trading, lógicamente, me sentía especialmente feliz cuando lograba una ganancia importante en mis operaciones; es decir, sentía como que aumentaban mis energías y mi estado de ánimo mejoraba; comenzaba a ver todo con más optimismo y bueno, comenzaba a querer operar aún más. Por otro lado, cuando perdía, me sentía ansioso, mi estado de ánimo decaía, y podía llegar a un punto en el que tenía tanto miedo de operar que se me quitaban las ganas de hacerlo.

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El estado emocional que sentía me ocasionaba que me dejara arrastrar por las idas y venidas de las sensaciones que se presentaban en el momento, y como no pensaba con claridad, me conducían a errores en mi operativa. Por un lado, cuando ganaba, creía que era invencible y que no me podía equivocar, lo que me llevaba a errores de percepción y concepto en mis análisis y me conducía a pérdidas; por otro lado, cuando perdía, pensaba que todo era en vano y que no podría o que sería muy difícil volver a ganar; y entonces dejaba de hacer operaciones que claramente estimaba de buena manera y que terminaban siendo según mis predicciones, solo por miedo; lo que me ocasionaba que dejara de ganar cuando realmente podía hacerlo.

Cuando aprendí a controlar mis emociones y a ver lo que estaba pasando en el momento y las consecuencias de mis acciones, fue cuando comenzó a irme mejor en el trading.

Pero llevémoslo al plano emocional de vida en general

Extrapolándolo a la vida cotidiana, eso me llevó a darme cuenta de que las emociones influyen en cada faceta de la vida de los seres humanos, para bien o para mal. Generalmente es para mal, porque la gente percibe que las emociones que siente en el momento concreto en que sucede algo, son la realidad objetiva, y no se dan cuenta de que deben ver más allá del momento presente, no son conscientes de que deben analizar las posibilidades inherentes de esa situación concreta.

Si a usted le sucede algo, lo más importante, lo que hace trascendente si debe tomarlo como algo bueno o no, es la cantidad de opciones que puedes tomar ante el hecho o dicho de otra manera: las posibilidades que tienes frente a ti.

Si hiciste un negocio y te salió mal (porque terminó en pérdidas para ti), no significa que seas un fracasado que no sabe lo que haces, solo tienes que aprender de la situación concretamente, y si te fijas bien, quizás lo que parece que fue un mal negocio, o un negocio poco rentable, te haya abierto la puerta a opciones todavía mejores que ni siquiera habías considerado.

Si te casaste y tuviste que divorciarte, no significa que el matrimonio no vale la pena y que no deberías tener pareja; tampoco significa necesariamente que seas una mala persona o que no merezcas la felicidad o que la felicidad sea algo imposible para ti (o que no exista realmente). Simplemente tienes que ver que lo que te sucede en un caso concreto, no debe ser extendido desmedidamente a un plano general; porque en este caso concreto pudo ser que simplemente que (respecto a tu matrimonio) tú y pareja no eran tan compatibles como realmente creían que lo eran en un principio.

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Pero si estás abierto a lo que realmente está pasando y si tienes la suficiente inteligencia te mantendrás abierto a las oportunidades luego de tu divorcio y probablemente encuentres una persona que realmente sea compatible contigo y con la que serás muy feliz.

Entonces, lo importante no es tanto lo que te sucede, sino cómo lo percibes y lo que haces ante lo que te sucede.

Pero la mala reacción emocional no es algo que esté nada más que relegado al plano de los negocios o de las relaciones sentimentales, es algo que afecta, como ya mencioné, a casi todas las facetas de la vida de la mayoría de los seres humanos; y esto es así, porque la mayoría de la gente no es consciente, no es reflexiva, simplemente actúan por emociones, por impulsos básicos, tan solo haciendo uso del cerebro primitivo.

Lo fundamental entonces es cómo percibes las cosas, y el hecho de que si eres consciente y reflexivo, no le darás el poder desmedido a la situación que te sucede (sea de vida en general, de negocios, o de lo que sea), porque no exagerarás ni la sacarás de contexto; cosa que sí harás si tan solo actúas por impulso.

Pongamos un ejemplo simple (hasta burdo podría decirse), para entender a lo que me refiero aquí:

Si comes alguna comida y te cae mal, no tomarías la determinación exagerada de dejar de comer, ¿verdad? No, porque sabes perfectamente que comer es algo necesario y fundamental para ti; y porque te das cuenta de que es algo completamente ilógico e irracional. Simplemente te das cuenta de que la reacción correcta en ese caso es dejar de comer esa comida en concreto y listo, asunto arreglado.

De la misma manera, si te subes a un taxi y el taxi choca contra otro auto y no llegas a tiempo a una reunión pendiente, no tomarías la determinación de no subir a más taxis, ni de pensar que todos los taxis son ineficientes; porque te darías cuenta de que eso que te sucedió fue tan solo un hecho concreto con un taxi; no con todos los taxis.

Pero cuando se siente que se está ganando o teniendo éxito en algo es igualmente difícil mantener la perspectiva de las cosas

En el sentido contrario, pasa que la gente que no es reflexiva, se llenan de euforia ante algo que en un momento concreto se les está dando como piensan, o como estimaron, o mejor de lo que estimaron y sacan de contexto la situación.

Ejemplo; te aumentaron el sueldo en tu trabajo y te ascendieron; entonces lógicamente te sientes feliz y en la cima; pero si no tienes cuidado, puedes llegar a pensar que eres imprescindible en tu trabajo, y que no podrán echarte nunca, y que no te puedes equivocar, y entonces toda decisión que tomes darás por descontado que es la correcta sin siquiera reparar en que podrías equivocarte en un momento dado.

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Importante

Entonces, en el manejo emocional todo se resume al hecho de no perder contacto con la realidad, si algo te sale bien, no significa necesariamente que siempre va a ser así sin importar lo que hagas, y de la misma manera, si algo sale mal, no significa que siempre va a ser así.

Tampoco significa esto que si le prestaste dinero a una persona y no te lo pagó, le vas a seguir prestando dinero una y otra vez sin importar si te paga o no. Porque en ese caso, lógicamente, la mejor opción será no seguirle prestando dinero a quien no te haya pagado; pero a lo que me refiero aquí es que no porque una persona concreta (esa persona en cuestión) no te haya pagado un dinero que te debía significa que no debas prestarle dinero a nadie más porque todas las personas son malas y no te pagarán. ¿Entiendes a lo que me refiero? Habrán muchas personas que te pagarán y habrán algunas que no; toma las medidas que consideres pertinentes al caso, pero no exageres.

Lo que hay que reacomodar siempre son las expectativas, mantener contacto con la realidad objetiva y no exagerar en las reacciones al extrapolar irraccionalmente hechos que no se extienden más allá del momento o situación concreta que se presenta.

Cabe destacar, que usar las propias emociones para aumentar nuestra fuerza, e impulso, no está mal, siempre que se haga de manera comedida y racional, porque nosotros podemos elegir si decidimos controlar las emociones o que las emociones nos controlen a nosotros; nosotros decidimos si las emociones serán nuestra llave, o nuestro mayor obstáculo al éxito.

Sí, así de importante es el propio manejo emocional.

Dicho eso solo me queda decirles por ahora: Éxitos y progreso para todos ustedes, lectores invisibles!