Te recuerdo cargando agua para retar la sequía de ese árido terreno de sal y arena de playa, que era Puerto Santo. Cavaste huecos hasta el fondo de la tierra con la esperanza de hallar "ojos de agua", pero ellos te negaron sus miradas.

Te veo haciéndole sentir al desvalido que dentro de él habitan fuerzas milenarias capaces de espantar duendes y fantasmas de la infancia.

Hay ocasiones en las que me miro y pareciera más bien que te miro a ti, en esa filosofía de vida que me hace sentir que uno siempre debe procurar ser feliz; y que la muerte debemos asumirla como un tramo de la existencia que conduce a la plenitud.

Quizás por esa filosofía de vida, en tu última mirada, esa que parecía un cielo despejado, uno podía sentir que te ibas en paz.

Papi, no te imaginas las veces que me desperté llorando porque no estabas a mi lado. Luego comencé a sentir tu presencia en las mariposas, en las aguas de los ríos y en el trinar de las aves, entonces comprendí que existe una materialidad inalcanzable.

Cuando te fuiste, una lluvia con relámpagos y truenos inundó mi vida, y un olor a crisantemos se quedó por siempre grabado en mi recuerdo y en el brillo de mis ojos.

Te amo, papá, cada día con más fuerzas. Sé que tú estarás presente cuando yo me muera; y juntos viajaremos por los vientos del universo.

Me gustaría invitar a @acostacazorla, @yola1 y @marcybetancourt. Aquí la información

Todas las fotos son de mi propiedad.