No podía controlar la mirada, el estaba frente a mi y mi corazón latía fuertemente, solo tenía ganas de besarlo y salir corriendo de ese lugar.

Una aparición.

Cuando llegue hasta la casa ese verano, me sofocaba el calor de la tarde y corrí directo a la cascada de mi infancia, tenía muchos años sin visitar aquel lugar y contaba con unas largas vacaciones para disfrutar sin problemas ni preocupaciones.

20 años habían pasado desde la última ves que visite la casa de mis abuelos, ubicada en el majestuoso campo, rodeada de naturaleza y sorpresas continuas.

Con solo ver el agua corrí para sumergirme, las mujeres de mi familia somos amantes del mar y los ríos, sobre todo en épocas de calor, por eso cada verano extrañé este pequeño Riachuelo en las cercanías del paraíso (así le llamaba mi madre a este Lugar) pero sabía que algún día volvería.

Estaba jugando como una niña en medio de la soledad y de repente lo vi, estaba un poco lejos pero podía notar su cara seria, un poco tímido, no se percató que yo estaba allí. ¿Quien era este? ¿Cual es su Nombre?

Estuve oculta por un rato, confieso que espíaba por si quería quitarse la ropa, pero no, solo estuvo allí mirando a la distancia, no tenía la camisa puesta, pensé que nadaria un poco pero solo se quedo allí, sin hacer nada. Creo que nunca noto mi presencia bajo el agua y preferí que no lo hiciera. Me dio vergüenza salir después de mirarlo por tanto rato, porque aquel hombre desconocido era intrigante para mi, pero al mismo tiempo fascinante.

Estuvo allí por 10 minutos y se fue, pero yo sentía que era mucho más tiempo. Me intrigaba saber quien era, tenía la sospecha que sería hijo del vecino Hernesto, pero luego supe que no tenía hijos. Las casa ubicadas allí en el paraíso estaban muy distantes una de la otra, los terrenos son muy grandes y a excepción de mi abuelo y el vecino Hernesto, todos vivían a kilómetros de distancia.

Tenía mucha intriga, estuve averiguando con trabajadores y empleados del campo, pero nadie sabia quien era esa aparición.

El Amor.

Ya no era sol el calor lo que me llevaba hasta el río, ahora quería verlo todos los días, desapareció durante 1 semana y luego volví a verlo, conversamos, se llama Carlos, tiene los ojos más hermosos que he visto. Le conté que estuve espiandolo y se sonrojo. Tenía la rara sensación de que el también me observó ese día, pero no quizo decirlo.

Al pasar un mes sentía que estaba viviendo un sueño, todos los días nos veíamos, comimos juntos a pasear por el campo y compartimos muchas anécdotas. Le pregunté donde vivía y me dijo que eso era complicado, solo sabía que vivía al sur del paraíso.

No me gustaba tanta intriga, pero estaba ciega de Amor. Quería estar con el siempre, así que planifique una cena para presentarle a mi mamá, pero justo antes de la cena, me aviso que no podría ir, fue horrible y devastador, pero me dijo que fue una emergencia familiar.

Cada ves que me duermo recuerdo su cara, su sonrisa, sus manos, el es fuerte y serio, siempre se sonroja con mis caricias, me gusta su mirada, tiene cara de bebé. Planifique pasar la noche con Carlos e hice planes para estar juntos en la casa de mis abuelos, cenamos, escuchamos música, reímos. Fue la mejor noche de mi vida y despertar junto a él fue un regalo de pasión.

El no quizo que lo viera desnudo, era muy tímido, pero aún así lo hice, no entendía porque tanto misterio, solo tenía tatuajes y era hermoso. Se fue muy temprano y yo estaba emocionada por una mañana más junto a él.

¡Desaparecido!

Ha pasado más de un mes y no he vuelto a verlo, mi mirada está llena de tristeza, no se que pudo pasar, todo estaba bien entre nosotros. No hubo peleas, ningún problema. La verdad es que esa noche su única inconformidad fue cuando pregunté una y otra ves, por los tatuajes.

Eran muy raros y curiosos, además su misterio familiar, quizá había un secreto, ¡no entiendo por que desapareció así!

La investigación.

Comencé a indagar, investigar, buscar y cada cosa que me encontraba era muy extraña. Nadie me decía con certeza quien podía ser, pero todos decían que su descripción era semejante a la de la familia Hermandez. Según entendí ellos vivieron en el pueblo cercano por muchos años, al describirlo me dijeron que quizá era bisnieto del señor Carlos Hernández, un viejo granjero que perdió sus tierras jugando a las cartas. Curiosamente esas tierras años después las adquirió mi abuelo, asi que tendría sentido su cercanía y conocimiento del terreno, pero tenía más preguntas que respuestas. ¿Me estaba usando? ¿Qué quería de mi? ¿Porque desapareció?

Había una pequeña casa abandonada qué estaba cercana a la taberna, según entendí fue la única propiedad que dejó el viejo Carlos Hernández, fui a investigar pero estaba cerrada, había muchos candados y tenía muchísimos espejos rotos afuera de la casa, parecia una casa de espanto.

Busque las formas y los permisos para entrar pero solo la señora Cladis (comisaría del pueblo) tenía copias para entrar y estaba de viaje. No soporte la intriga y una noche me escabulli, rompí los candados y entre.

La foto.

Era un lugar extrañamente elegante, lugubre, sucio y lleno de tela de araña, pero estoy segura que en el pasado era una casa muy elegante. Había candelabros, mesas muy hermosas, grandes cuadros y espejos, muchos espejos. Según entendí, en algún momento esa casa fue una pequeña recidencia pueblerina para los Hernández, que al perderlo todo, recibió las pertenencias de la casa grande que tenían en el campo. (qué fue de mis abuelos y ahora era donde vivía yo) era un poco triste imaginar todo lo que habían perdido, pero me encontré con una foto muy intrigante, allí estaba parte de la familia Hernández en los que parecía ser una habitación de la casa grande. ¡Pero no podía reconocer esa habitación! Quizá mis abuelos la había demolido, quizá tenian un lugar secreto, no sabía nada, pero tenía que averiguar.

Volví a mi casa y comencé a buscar, medir paredes, y observar la zona donde estaba la foto, definitivamente ese lugar estaba entre la habitación de mis abuelos y la oficina qué usó mi papá por años. Pero había una pared muy gruesa detrás de la repisa de libros.

Quite la repisa y se rompió un poco la pared dejandome ver que efectivamente había una habitación oculta. Estaba muy sorprendida, tenía más intriga que nunca, pero cuando logre entrar me espante mucho.

Es Él.

Había una gran foto enmarcada con un pie que decía Carlos Hernández, era muy imponente y parecía tener muchos años allí. Casi me desmaye al ver el rostro de aquella foto antigua, era Mi Carlos.

Pensé que iba a tener gran parecido, pero eran muy exactos, aún así no podía ser ese señor, pues mi Carlos era un hombre muy Joven, seguramente era su abuelo.

El fantasma.

Paso un mes aproximadamente y comencé a sentir mareos, náuseas, fui al médico porque pensé que estaba intoxicada, pero no. Resulta que estaba embarazada, nada tenía sentido. Fue. Un momento de mucha frustración y alegría, mi hijo naceria con un padre ausente, no sabía porque Carlos se había ido. Tendría el hijo de un fantasma.

Pasaron los meses y antes de dar a luz, comencé a prepararme, mi madre vendría a estar conmigo para el parto y mi padre quería que me mudara de nuevo a la ciudad, pero yo seguía con esperanza por volver a ver a Carlos, iba regularmente al río y estaba allí por horas.

Cuando le conté la historia a mi mamá, no lo pudo creer, hasta que vio la habitación secreta. Tenía toda la vida allí y jamás noto esa diferencia en las paredes. Fui al pueblo a caminar para mirar vitrinas y comprar cosas para el niño y lo vi.

Era Carlos observandome desde una camioneta que estaba al otro lado de la calle, no había olvidado esos ojos. Cuando intente acercarme, paso un camino muy grande y lo perdí de vista, volvió a desaparecer.

Estuve llorando por horas, recostada de un poste eléctrico, ocultando mis lágrimas de los transeúntes pero una viejesita lo noto y se acercó para saber si estaba bien. Le conté un poco la historia y me dijo:

Ese viejo maldito siempre quizo regresar hija, no llores más, yo conocí a la familia Hernández. Tenía 12 años cuando el viejo Carlos murió, pero el siempre quizo recuperar sus tierras. Quizá ese hombre es su nieto o bisnieto, pero creo que no tiene caso, solo quería cumplir la voluntad de su abuelo.

Aquella noche soñé con el y en mis sueños me dijo: nunca quise jugar contigo, nunca quise lastimarte, nose como, ni porque, pero volver a la vida solo tuvo sentido porque te conocí a ti. Cuida de mi hijo que recuperará lo que alguna ves fue mio.

Nunca supe si el hombre del que me enamore fue un fantasma, pero hoy mi hijo cumplió 3 años y es mi Amor platonico, se llama Carlos, en honor a su papá.

_{Esta imagen y una conversación inspiró la historia, tiene partes reales y otras no, la foto la envió una amiga desde brasil, la publico con su completa autorización}

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