Hay muchas cosas invaluables en la vida que no tienen precio la familia, los afectos, la salud, despertar cada mañana y ver a tus seres queridos etc, en el pasado pase mucho tiempo tratando de hacer felices a los demás personas aún a costa de mi propia paz, llego un momento que por supuesto entras en un choque emocional y te haces la gran pregunta ¿que hago con mi vida? para las demás personas nada es suficiente además es imposible complacerlos a todos esto me costó un tiempo enterderlo, cuando decido cambiar y pensar en mi paz mental los comentarios no son nada agradables, te vuelves la conflictiva, pero decidí pensar en mi paz como dice la biblia si tu corazón no te reprende mayor es Dios.
Empecé a buscar la armonía conmigo misma no es que me aisle del mundo entero solo que si veo que algo va alterar mi paz prefiero alejarme, me siento satisfecha con lo que soy y lo que he logrado, estoy viviendo un día a la vez entendí que hay cosas que no puedo controlar asi que ni modo lo dejo pasar, esto no quiere decir que no tenga momentos difíciles entendí que esta bien sentir estres, frustración, miedo, enojo lo importante es que a pesar de esos días tengo la esperanza que las situaciones no son para siempre y en algún momento el viento sopla a mi favor, tener paz no tiene precio y si eso implica alejarme lo voy hacer las veces que sea necesario.
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Contar con una buena salud física y mantenerlo en condiciones para que pueda funcionar de manera adecuada, sobretodo en estos momentos de la historia de nuestro país donde enfermarse es un lujo, tener una vida saludable mejora la calidad de vida nada como estar sano, para mí existe un antes y un después de la pandemia tuve bastante tiempo para reflexionar en lo importante que es cuidar tu salud física, apenas quitaron las restricciones empecé a ejercitarme no tanto para perder peso porque estoy en la menopausia y es complicado jajaja, pero me ayuda a fortalecer mis huesos, a tener mejor resistencia cardiovascular, además valore todos los beneficios a nuestra salud que nos ofrece la naturaleza nada mejor que sentirse sano así que la prevención es fundamental.
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Compartir momentos con la familia es invaluable hace unos días atrás fui a la playa con parte de mi familia en realidad somos muchos, esos momentos generan experiencias compartidas recuerdos, anécdotas, experiencias etc, es un tiempo de calidad que queda en la memoria que al recordar da una sensación de felicidad que deseas que se repita, no tienen que ser grandes eventos lo importante es crear vínculos estrechos que se convierte en recuerdos duraderos e inolvidables, siempre que hacemos una reunión familiar recordamos hasta lo caliente que estuvo el agua en la playa.
