RELATO: ¡Me robaron los pollos!
¡Hola amigos!
Les quiero narrar una anécdota que me ocurrió hace unos días en el Metro de Caracas. La reacción inicial será la risa, pero más allá de eso, hay un trasfondo triste y preocupante en lo que voy a relatar. No es desconocido que Venezuela entra en la lista de países con muchos problemas sociales, entre ellos, la escasez o bajo poder adquisitivo para acceder a alimentos, medicinas y cualquier producto. En este caso, la medicina será la protagonista.
Corre a buscar tus cotufas/palomitas/popcorns y acompáñame a conocer esta triste historia:
Llevo ya tiempito con la mega gripe, de hecho en mi casa nos la contagiamos como si de un partido de tenis se tratara. En mi caso ya está desapareciendo, por lo que estoy expulsando flema (o los pollos, como le decimos coloquialmente en Venezuela). Como no soy de andar escupiendo en todos lados, mi mamá me dio un frasquito que era de su medicina para el control de la tensión arterial, para que lo llevara en mi morral y escupiera allí cuando un pollo quisiera salir de la granja.
Hace unos días, camino a mi trabajo pensé: "¿Para qué tenerlo escondido en el morral si la tos no avisa?", entonces mientras esperaba el tren en el andén de la estación del metro Parque Central, aproveché para colocar el frasco en uno de los lados destinados a colocar botellas o coolers, pues ahí quedaba bien asegurado de caídas. El tren estaba lleno de personas, pero no tanto como para asemejarnos a sardinas en lata, así que no me quité el morral, como suelo hacer por comodidad. Además, me bajaría en la siguiente estación.
Cuando el tren ingresó a la estación Zona Rental, casi todos nos disponemos a salir, ya que ésta conecta con la mayor estación de transferencias entre líneas de todo el Sistema Metro, lo cual hace que se movilicen muchas personas a través de ella. Justo cuando desembarco el tren, me dieron ganas de toser, lo cual hago con toda tranquilidad. Luego fui a tomar el frasco para escupir, pero ¡Voilá! ¡No estaba! Alguien creyó que estaba consiguiendo medicina gratis, la tomó sin permiso y se llevó una granja de pollos liberados.
"Nadie sabe lo que tiene hasta que prefiere no haberlo tenido" (El ladrón)
Esto es todo por hoy amigos, nos veremos en una próxima oportunidad, pero antes no olvides decirme ¿Qué emociones te generó el relato?
¿Te ha pasado algo parecido?
Estaré leyendos sus respuestas
¡Un abrazo!
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