Sobre periodismo, pasiones y quién soy yo (Introducing Myself)
En los últimos años he podido escuchar y leer con estupor —y con más frecuencia de la que me gustaría— que el periodismo está muerto, acabado, caput, finito.
El primer toque de atención lo recibí hace ya más de una década. El mensaje, lanzado durante la conferencia inaugural del curso 2003-2008 de la Facultad de Comunicación de Sevilla, llegaba con la voz de Iñaki Gabilondo, en un tono alentador y de sincero realismo a la vez. Nos explicaba que, aunque maravillosa, la profesión estaba llena de vicisitudes y no nos haría ricos.
Lo cierto es que en aquel momento estaba tan emocionada que mi memoria selectiva almacenó las últimas palabras del maestro en un armarito pequeño escondido en un lugar recóndito de mi masa gris y tiró la llave —al fin y al cabo, yo no había dicho que quisiera ser rica. Además, pensé, Gabilondo tenía la obligación moral de lanzar la advertencia: había trescientas personas en ese salón de actos y no podía crear falsas expectativas. Sentido común.
Con esa idea durmiente en alguna parte de mi cabeza, transcurrieron cinco años de entusiasmo y mucho esfuerzo, con largas horas combinando el bocadillo de tortilla revenida de la cafetería con géneros imposibles, diseños poco prácticos, entradillas temblorosas y lecturas inquietantes sobre persuasión, manipulación y estructura de la información.
El último curso lo pasé entre las aulas y un estudio de radio —curiosamente el único medio que pensé que nunca probaría—. Salía de casa a las 8 de la mañana y no volvía hasta las 10 de noche. Me quedaban fuerzas para poco más que tumbarme en la cama y mirar con satisfacción el día que había dejado atrás.
El final de mi etapa universitaria consistió, simplemente, en abandonar definitivamente los libros y trasladar mi campamento a la Calle Itálica, desde donde me enfrentaba al micrófono cada mañana y me convertí, por fin, en una "periodista de verdad".
La vida, sin embargo, nos obliga a veces a dar un rodeo...
Aparqué el periodismo como principal actividad y fuente de ingresos en 2011. Nunca lo dejé por completo, con colaboraciones regulares para revistas digitales e incluso un club de jazz, pero necesitaba aprovechar la oportunidad que se me brindaba, la de viajar al extranjero, mejorar mi inglés y saber qué se cocía fuera de mi limitado círculo vital.
Por aquel entonces ya había probado algunos de los sinsabores de la profesión: mucho trabajo, baja remuneración, el desprestigio del oficio, la dictadura de la inmediatez, el relativismo oportunista. Nada de eso fue decisivo y, aun embarcada en ese vuelo con destino a Manchester, pensaba en lo fascinante que era el oficio que había elegido y en el que pensaba jubilarme tras un breve paréntesis.
Tenía un plan. Mi objetivo era aterrizar en la prensa, el medio con el que había soñado desde el principio, desde que por primera vez verbalicé ese “de mayor quiero ser periodista”. Yo quería escribir, y en radio se escribía, pero de otra manera. La radio me enseñó a sintetizar, pero yo quería ver las rotativas, ver mis textos distribuidos en columnas, mi firma sobre el papel. Supongo que hay un poco de vanidad en todo esto, pero ¿qué periodista no está ligeramente motivado por su propio ego?
El paréntesis del que les hablaba acabó alargándose más de lo previsto y, durante el mismo, estalló lo más duro de la crisis. Desde mi burbuja particular, ganándome la vida de otra manera, escuchaba las historias de mis compañeros, sus relatos sobre despidos, presiones, sobre la imposibilidad de trabajar con honestidad y rigor… ¡¿qué les voy a contar?!
Aún así, por aquel entonces jugaba con ventaja, la que concede la distancia y me permitía conservar cierto optimismo y buena parte de esa pasión que muchos profesionales no podrán recuperar jamás. Algo que sigue acompañándome y que me lleva a querer seguir haciendo periodismo, a trabajar con humildad y dedicación para acercar a la gente todas esas historias que merecen la pena ser contadas.
Es mi motivación para estar aquí, buscando nuevas vías para seguir haciendo lo que más me gusta. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Bienvenida @
Me ha encantado eso de "Experta en economía alternativa y de impacto socia" parece que has aterrizado al lugar adecuado! muchos ánimos en tus primeras semanas y meses, pueden resultar frustrantes. Ya no me atrevo a dar ningún consejo más ya que eres periodista pero si necesitas algo ya sabes;)
Mucha suerte! gL
Beiker, muchísimas gracias!!! Por leerlo, por comentar y por ofrecer tu ayuda. Igualmente, aquí estamos para o que necesites :) :) :)
Welcome to steemit,a community for positive people just like you,trust me you'll enjoy every bit of it,you can follow me @donkelly
Thank you! That's sweet! I hope I will enjoy it and will help people do the same... Nice to meet you :)
Welcome..... to the new world. Cheers.
:) Thank you!
!Bienvenida!... Siempre es alentador tener una amante de la comunicación dentro de la comunidad, espero que -en el futuro- tus expectativas sean superadas.
Gracias por los buenos deseos! No dudo de que será así :) Encantada de conectar!
Bienvenida! Me gusta tu manera de redactar! Ya te estoy siguiendo :)
Muchas gracias!!! Qué alegría!!! Te sigo y seguimos conectadas :)