Con permiso, quiero presentarme.

¡Buenas! Este es mi post de presentación. Considero que para darme a conocer debo empezar por lo más básico, mi nombre es María Elena (en honor a mis 2 bisabuelas maternas), nací el 16 de mayo, tengo 20 años y soy venezolana (con mucho orgullo), nací en la ciudad de los crepúsculos, Barquisimeto, soy hija única, vivo con las 3 personas que más amo, mis padres y mi preciosa abuela, de momento no tengo mascota, aunque me encantan los gatos.

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Mis años de infancia los recuerdo felizmente, por ser hija única siempre fui la princesita de la casa. Aunque igual me disciplinaban cuando me pasaba de la raya.

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En aquel tiempo, cuando tenía 7 años más o menos, era descrita casi siempre como una niña tímida y muy apegada a mis padres, también como “Repunante” o “mala sangre”

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Mi círculo social eran mis primas y primos, contemporáneos en edad conmigo, fueron mis principales cómplices en la vida y siempre tendrán un lugar inmenso en mi corazón y memoria.

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Desde pequeña he sido muy apegada a mi abuela materna, Elina, a quien yo cariñosamente llamo “Ñaña”, ella me enseñó a leer y escribir y así, tal vez sin proponérselo, me abrió las puertas a lo que sería uno de mis mayores placeres, la lectura. Siempre me ha cuidado y amado incondicionalmente.

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Con respecto a mis experiencias educativas, fui de las niñas “aplicadas”, de las que obtenían A en todo, bueno casi todo, debo reconocer que los deportes no son mi fuerte, a pesar de que lo intente. El único deporte que me gusta es la natación.

Mi adolescencia en general fue un proceso complicadamente sencillo, gracias a Dios y a mi familia puedo decir que el balance de mis experiencias es positivo.

[Foto de autor] Mis Quince Años

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Los hitos en mi camino han sido pocos, pero realmente significativos, el primero fue cuando me uní a un grupo de servicio en la pastoral juvenil de mi parroquia, a partir de allí comencé a crecer como persona realmente, la espiritualidad y el servicio social me marcaron, abrieron una grieta en la muralla que había construido.

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El segundo suceso que marco el punto de no retorno fue cuando mi abuela sufrió un ACV, me hizo darme cuenta de la fragilidad del supuesto orden de mi mundo. El tercer hito fue terminar mi bachillerato, en ese momento decidí que tenía que darle emociones (en plural) y sentido a mi vida, y decidí estudiar psicología

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Estudiar en la UCLA siempre fue mi sueño, es la universidad donde estudió mi mamá, yo crecí escuchando que “de la UCLA salen los mejores profesionales, los mas preparados, etc.” Sin embargo, debido a diversos eventos de fuerza mayor no he experimentado una continuidad académica real, aun así, sigo creyendo firmemente en mi universidad y en la decisión que tomé.

Hoy en día estudio 4to semestre de Psicología en la UCLA, y siempre que me preguntan por qué escogí esa carrera respondo que al principio fue porque los psicólogos leen mucho y yo amo leer, además de que parecía una carrera interesante con todas esas teorías complicadas y campos de aplicación, pero luego de tantas experiencia y dificultades digo que sigo eligiendo diariamente mi carrera, y lo hago porque me enamore profundamente de lo que me ofrece, me enamore porque no solo es una carrera, sino una manera de ver el mundo, porque me hace crecer y mejorar constantemente.

Conocer ciertas personas también fue decisivo para mí, comprender que yo podía ser más que solo calificaciones, que alcanzar las metas importa tanto como el camino que recorres, por eso y más les estaré por siempre agradecida

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Hay una serie de datos aleatorios que considero importantes sobre mí, que me gustaría compartir:

Mi familia es importantísima, aunque no los vea seguido mi corazón no deja de quererlos, ni de desearles alegrías y éxitos, allá donde estén.
Mi libro favorito es el mercader de Venecia, aunque tengo atracción por las sagas fantásticas.
Mi color favorito es el rosado claro, sin embargo, casi siempre visto de azul.
El sombrero seleccionador me coloco en Ravenclaw y mi patronus es un Pegaso
Me encanta el cine y las historias con significado
Aprendo más viendo y haciendo que escuchando
Mi flor favorita es el Tulipán
Cuando era pequeña todos los carnavales me disfrazaba de algo diferente
Creo que todo puede resolverse hablando y respetando a quien te rodea.
Soy 100% nocturna, prefiero trabajar de noche y dormir de día, desde que tengo memoria he detestado los despertadores
Me encanta la pizza, tengo la costumbre de celebrar mi cumpleaños con pizza y no torta
No me gusta el café, prefiero el té
Mi poema favorito es numero 15, de los 20 poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda
No soy aficionada al maquillaje en mi rutina diaria
¡Tengo poca tolerancia al calor!
Soy medianamente decente para bailar, es algo que pretendo mejorar
Me encanta el inglés, era mi segunda opción como carrera universitaria
Me encanta pintarme las uñas, me relaja bastante
Las artes culinarias son un tema que no domino, a mi “se me quema hasta el agua”
Me gusta despedirme diciendo “Me avisas cuando llegues”, a pesar que posiblemente no lo harán, solo por si acaso.
Tengo pocas amistades a las que considero invaluables.

Si leíste todo el post y llegaste hasta aquí, agradezco que le dedicaras tu tiempo, si tienes algún comentario no dudes en hacerlo; sin más que agregar me despido con la promesa de continuidad en este medio. ¡Hasta pronto!